⚡Eh aplicado unos cambios en el personaje de Cuahutémoc para hacerlo un poco más "reservado", modificaré el primer y el segundo capítulo⚡
Todos guardaron silencio enseguida, y los que habían terminado de comer se retiraron de la mesa, los demás se quedaban callados, cuando el Alfa mayor se levantó, los Omegas se sirvieron comida y se sentaron, tenían mucha hambre, pero sabían que tenían que esperar hasta que los Alfas estuvieran satisfechos, Aristóteles guío a Cuauhtémoc hasta la entrada del edificio, en donde lo despidió con un beso largo, al caminar recibió un saludo muy cordial de Yolo, quién le sonreía, el correspondió el saludo gentilmente, cuando llego a su mansión fue recibido por Susana, quién le abrió la puerta, la rizada se veía muy atareada la coleta alta que ataba su cabello y la pañoleta en su frente se encargaba de absorber el sudor que le provocaban sus labores domésticas, su padre la obligaba a utilizar blusas escotadas y faldas entubadas a su cuerpo durante todo el día, sin importar que, pancho le dió una nalgada cuando su trasero quedó levantado al limpiar una mesa baja, ella simplemente cerró los ojos y suspiro, odiaba que hiciera éso, pero sabía que que su Alfa tenía derecho, era suya y su cuerpo le pertenecía, por lo que no dijo nada y corrió hacia la cocina, a apagar la estufa y comenzar a servir la comida, cuando llevo los platos y colocó la olla de barro en la mesa, sintió una mano adentrándose en su falda, era de su esposo, por lo que se relajo y abrió aún más las piernas, sintió sus ojos cristalizarse, era feo, pero era lo que le correspondía como Omega, se separó al sentir la mano adentrarse aún más, a punto de llegar a su ropa interior, se alejó bruscamente y comenzó a servirles a sus hijos, los cuáles eran Omegas, Lupita y Julio eran los únicos Alfas, Sebastián y Axel eran la raza débil, Cuahutémoc le indico que el ya había comido, por lo que pidió que le sirviera el postre, y se lo llevará a su cuarto, el ojimiel caminaba a su cuarto en donde Susana le dejo el postre, era su favorito, pay de queso horneado, el sonrió al notar su detalle hacía el, e inclino un poco su cabeza hacia abajo, ella sonrio levemente, sabía que su hijo nunca hacía algo que lo hiciera bajar su alto nivel, sin embargo el pudo notar su mirada triste, por lo que antes de que ella se fuera, dijo lo siguiente;
- te concedo el permiso para cambiar tu vestimenta -dijo el con voz tranquila, mientras comenzaba a comer su postre-
- pero...-susurro ella en voz muy baja, enseguida cubrió su boca y lo vió a los ojos, comunicandolé su inquietud-
- ignoró lo que mi padre te haya dicho, si te cuestiona le dices que yo te lo pedí, además, es la orden de una Alfa -dijo el totalmente sereno, para darle una rápida y corta sonrisa, ella asintió sonriendo ampliamente y caminó hacia el dandole un pequeño abrazo, el sonrió ante esté acto, la mayor salió y cerró la puerta, el enseguida dejo de sonreír, el no hacía éso con mucha normalidad, enseguida recuperó la compostura y comenzó a realizar sus deberes, cuando terminó las cosas en tiempo y forma se permitió hablar con su Ari, el cuál sonreía ante cada mensaje que recibía (eso rimó), finalmente se quedaron hablando hasta tarde, el Alfa se durmió temprano como acostumbraba, no sin antes lavarse perfectamente los dientes y organizar sus libros para las clases de mañana, también colocó su uniforme (limpio y planchado) en un lugar accesible, para no distraerse en la mañana, después durmió a una buena hora, 10:00 p. m para ser exactos, aunque toda su familia dormía más tarde a el no le importaba, el prefería dormir temprano, a la mañana siguiente despertó exactamente a las 7 a. m , y desayuno algo ligero, cuando terminó de realizar su rutina con normalidad, subió a la camioneta con sus hermanos, los cuales hablaban animadamente intentando integrarlo, algo que por supuesto no funcionó, Cuahutémoc era un chico muy reservado, le costaba hablar de sus sentimientos, e incluso relacionarse con otras personas, sin embargo su encanto superficial le permitía agradarle a los demás con poco esfuerzo, algo que funcionaba perfecto para el, era el típico chico que tenía todos los trabajos, y entendía la clase sin necesidad de ponerle atención a los maestros, incluso aveces lo llamaban para dar tutorías, enseguida escuchó los murmullos al entrar al pasillo, enseguida comenzaron a saludarlo-
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̶M̶a̶l̶a̶ ̶E̶d̶u̶c̶a̶c̶i̶ó̶n̶⚡[RESUBIDA]
Fiksi PenggemarCOMPLETA✔ Solo tenía que cumplir con seis reglas; 1- Obeder a su Alfa. 2- Encargarse de todas las labores domésticas. 3- No permitir que nadie más que su Alfa, lo toque. 4- no contradecir, ni cuestionar las decisiones de su Alfa. 5- Permanecer en s...