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Capítulo muy fuerte ⚡

Los árboles se movían violentamente de un lado a otro, la oscuridad de la noche era profunda y la luna brillaba, los Omegas se encontraban ahí, se miraban asustados, tristes, furiosos, Ari miraba a todos con una mirada asesina, todos los que estaban ahí, querían robarle a su Alfa, por algo habían decidido concursar, había una reja con Alfas en celo, sin embargo, aún no era momento para abrirla, todos miraban hacia el frente listos para correr, recordaba la conversación que había tenido con Cuahutémoc antes de la competencia.

"No tienes que hacerlo"

"Ya lo sé, Alfa, pero necesito ganar para demostrar que soy el indicado"

La alarma sonó, enseguida comenzó a correr con todas sus fuerzas, su corazón acelerado, quería salirse de su pecho, rápidamente sus ojos se encendieron de rojo, aprovechó que todos estaban confundidos y los golpeó, vio a William y sin pensarlo dio un fuerte golpe a su rodilla, volteando su pierna al revés, escuchando el alarido de dolor, quería matar a esa zorra, el ojimiel sonrió al verlo, le ponía demasiado cuando Aristóteles se comportaba violento, el rizado los golpeaba a todos y los empujaba, se detuvo cuando pensó que era suficiente, corrió internándose en el bosque, la segunda alarma sonó, tenía que ponerse en posición, se colocó sobre sus rodillas y sus manos y levantó su vestido, dejando expuesta su entrada, sus sentidos se agudizaron, al escuchar las rejas abrirse, los Alfas estaban libres, no pasaron ni siquiera unos minutos cuando un grito se escuchó, un sonido aviso que alguien estaba fuera de la competencia, los pasos a su espalda se hicieron presentes, sacó sus colmillos, olfateando el aroma de dos Alfas, ninguno era el suyo, soltó un fuerte gruñido, cuando alguien le puso una mano encima, todo se jodió, enseguida un grito ensordecedor llegó a su encuentro, y no solo eso, también su forma lobuna, un lobo negro de ojos rojos, desgarró su garganta, el otro comenzó a correr, pero un peso lo tumbó en el suelo, Aristóteles en su forma humana, aplastó su cabeza con su pie fuertemente, manchando las plantas alrededor de sangre, los demás lobos se alejaron enseguida, el volvió a su posición, un minuto después escuchó unas pisadas, su Omega ronroneaba, su instinto lo hizo elevar su trasero en sumisión, enseguida escuchó el cierre ser bajado, y como algo se pegaba a su espalda, unas manos sostuvieron su vestido con fuerza y una embestida brusca llegó a su próstata, gimió retrocediendo hacia atrás para que entrara más profundo, escuchó un gruñido, mientras sentía como el ritmo se volvía rápido, unas manos lo empujaron sobre el piso y sintió sus piernas elevarse hasta ser colocadas en unos hombros, ambos habían quedado de frente, una mordida llegó a su cuello, estaba siendo follado muy brusco, su entrada estaba lastimada desde ayer, su cuerpo se movía hacia arriba en cada golpe, sus ojos se cristalizaron, dolía mucho.

- ya termino -dijo alejándolo con sus manos las cuales enseguida fueron tomadas y pegadas al suelo, varios chupetones llegaron a su cuello, y los embistes se volvieron furiosos y descuidados- por agh~ favor, sueltame Alfa, me mngh^ -una cachetada volteó su rostro-

- esto no termina, hasta que yo lo diga -dijo para continuar, cada vez que soltaba un quejido lastimero y suplicaba, su novio gemía ronco y se ponía más duro, Aristóteles lo entendió a su Alfa le ponía verlo sufrir, y eso sólo logró calentarlo más, por lo que empezó a rogar aún más, gemía y se retorcía cuando un nuevo golpe llegaba a su cuerpo, era delicioso, ya no se resistía, sus manos se encontraban en la espalda de Cuahutémoc rasguñando cada vez que tocaba su punto, no podía dejar de sentirse lleno, y usado, para el no había nada más placentero que ver como su hombre se excitaba viéndolo llorar, y como lo golpeaba, usando su cuerpo para satisfacerse, sus piernas lo atrajeron más hacia el cuando ambos estaban por liberarse, Ari apretó sus paredes cuando sintió el semen caliente en su cuerpo, bajo su mano al miembro de su Alfa, apretandolo contra su entrada, ordeñandolo completamente, tomó su semen y con el comenzó a masturbar a su novio, los dos se besaban humedamente, entrelazando sus lenguas, y lamiendo sus labios, Temo jadeo entre el beso, estaba por llegar, tomó los muslos de su Omega y comenzó a embestir buscando su liberación, la sangre de el rizado servía como lubricante, lo había roto aún más, el Omega mordió su labio al sentirlo más profundo, su cuello fue rodeado fuertemente por las manos de Cuahutémoc, quien gruño roncamente al verlo con lágrimas de placer, embestia rápidamente, sin ningún cuidado, Temo colocó un dedo en su boca, viéndo como lo rodeaba con su lengua y depositaba un beso en la punta, para empezar a succionar, haciendo ruidos obscenos, el ojimiel lo vio con los ojos encendidos, maldita puta, SU puta, el aperlado estaba quedándose sin aire, además de que el nudo de su Alfa lo rompía cada vez más, Ari soltó un grito, con las lágrimas escurriendo furiosamente por sus mejillas y sus sollozos se hicieron escuchar, el Alfa gruño, el lobo lo había roto lo suficiente para meter sus testículos de golpe, el Omega retrocedió instintivamente, intentando escapar del dolor tan fuerte, Cuahutémoc soltó un fuerte gruñido en advertencia, a la vez que pasaba sus brazos por arriba de la piel de Aristóteles para que este no pudiera cerrar las piernas y lo tomó de los hombros, para entrar con todas sus fuerzas, jadeando al venirse, escuchando el quejido lastimero de su novio, quien se retorcía del dolor, y lloraba sintiendo la carga de su Alfa- ah~mi Omega, no te muevas más mgh^ -dijo jalandolo más hacia abajo, mientras lo mantenía quieto, escuchándolo hacer un ruido débil, el más alto dejaba chupetones mientras se descargaba, sabía que iba a demorarse, es por eso que tomo algo para cubrirlos, enseguida prendieron las luces, todo estaba lleno de sangre, incluso ellos tenían varias manchas del líquido escarlata, la sangre no era suya, Aristóteles había ganado-

Sin embargo, habían cosas que nuestros protagonistas desconocían, los cuerpos de los Omegas indicaban que habían muerto hace más de una hora, lo cual daba a conocer que los Alfas no los habían asesinado.

Ya que habían sido liberados mucho tiempo después.

Aristóteles lo había hecho, el los había golpeado en la oscuridad cuando comenzó el concurso.

Por eso el no estaba herido.

El creía que solo los había herido, nada más distinto a lo que en verdad sucedió.

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Hola nubecitas!🥺☁️

Ya se que ayer les prometí actualizar y no lo hice, pero mi celular se bloqueó, igual por eso los recompense con este capítulo largo❤

Por favor no se enojen conmigo :c

Por favor voten en los últimos dos capítulos de mi libro de ediciones, tienen poca atención y la verdad me esforcé mucho.

Gracias, a todos los nuevos en seguirme, los quiero abrazar ☺❤

⚡VOTOS ⚡

Gracias a todos por leerme, por votar y por seguirme, les amo a todos, y les mando besitos ☺❤

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Creo que haré otra vez la dinámica de las portadas, igual si alguien tiene un pedido lo deja aquí 》♡

Por favor, voten mucho 🦋

̶M̶a̶l̶a̶ ̶E̶d̶u̶c̶a̶c̶i̶ó̶n̶⚡[RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora