̶M̶a̶l̶a̶ ̶E̶d̶u̶c̶a̶c̶i̶ó̶n̶⚡[RESUBIDA]

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Un nuevo día había llegado, Aristóteles caminaba por la escuela cabizbajo, el cambio era notorio para algunos, el Omega tenía maquillaje, uno que resaltaba su belleza natural, una esclava de oro, se posaba en su mano y obviamente el anillo de matrimonio, las chicas lo veían con envidia, por la buena vida que tenía a lado de Cuahutémoc, su mochila anteriormente gastada, estaba remplazada por una de cuero que le brindaba elegancia, sus zapatos eran nuevos y su uniforme estaba a la perfección, el Alfa lo tomaba fuertemente de la espalda baja, indicando su pertenencia sobre el, no miraba a nadie, ya que ninguno le despertaba interés y tampoco quería fingir amabilidad, el castaño gruño cuando vio a un Alfa mirar a su Omega, enseguida acorraló al rizado contra la pared y lo besó posesivamente, mordiendo y chupando sus labios, haciéndolo jadear, el castaño olfateaba su lubricante, volteó rápidamente hacia atrás viendo quien observaba a su prometido, enseguida intentó caminar hacia el, pero su rizado lo besó.

- sólo soy tuyo, Alfa, el nunca podrá tenerme, solo tú, no vale la pena -dijo hipnotizado por los ojos dorados del más alto, quien entreabrio los labios y se acercó, para besarlo duramente, el timbre sonó, por lo que enseguida caminaron a su salón-

Y así fue como las clases empezaron, aún después de algo de tiempo habían quienes creían que Cuahutémoc había matado a su profesor, claro que nadie lo mencionaba, ya que el caso estaba cerrado y lo más importante, nadie quería ser víctima del Alfa.

Ahora era su penúltima clase, con un maestro que realmente no estaba presente, se había ido a hacer otras cosas y solo había dejado un trabajo por hacer, como el trabajo sería en parejas se decidió que todos se sentarían con sus parejas, por lo tanto el rizado se encontraba sentado en el regazo de su Alfa, ambos estaban totalmente concentrados en su trabajo, sin embargo, Ari al ser más bajo se acomodaba seguidamente ya que sentía que se resbalaba, Temo lo tomaba de la cintura y lo sentaba más arriba, para que no se cayera, cuando terminaron comenzaron a darse pequeños besos, el aperlado dio un pequeño brinco al resbalarse de nuevo, el López gruño apretando sus caderas, su pequeño se removiá para no moverse de lugar, había demasiada fricción entre sus cuerpos y el que Ari soltara pequeños ruidos, no ayudaba, el más alto jadeo, abrazandolo por la cintura, cuando el más bajó dio otro pequeño brinco, el ojimiel lo sentó bruscamente, soltando un gemido ronco, que sólo pudo oir su novio, quien suspiró al sentir su dureza.

- no te muevas más -dijo en un gruñido, para comenzar a olfatearlo mientras dejaba una mordida- te ves tan hermoso con mis marcas -el Córcega se estremeció al sentir su caliente aliento en su cuello-

- yo amo tus marcas y te amo a ti -admitió sonrojado, colocando sus manos sobre las de su Alfa, el más alto comenzó a llenarlo de besos y chupetones, escuchando sus jadeos, lo mordió hasta que estuvo satisfecho y dejó lenguetazos en sus heridas, enseguida apretó su agarre en su cintura y pegó su virilidad a su entrada, la cual ya empezaba a lubricarse-

- lo sientes?, sientes lo duro que me pones -el Omega gimió al sentir la punta del miembro, frotándose duramente justo en su entrada, la cual ya había manchado sus pantalones y los de Temo, después de tanto lubricante, la voz ronca de su chico le ponía mucho-

- ah~mi amor, yo también quiero p-pero aún me duele mucho -dijo hablando de su orificio, el cual estaba muy roto y rojizo, el más alto gruño, soltando sus caderas, el jadeo asustado-

- esta bien, vamos al baño, quiero follarte la boca -dijo con un tono demandante, el más bajo enseguida asintió, no quería hacerlo enojar, después de todo el lo había calentado-

Ambos colocaron su trabajo en el escritorio y caminaron rápidamente hacia los baños, el más alto gruño, dolía como la mierda, al llegar enseguida el más alto acorraló a su novio contra la pared, uniendo sus labios una y otra vez, succionando su lengua, el ojimarron desabrocho sus pantalones enseguida y comenzó a masturbarlo enmedio del beso, sintiendo a su novio morder su labio, enseguida se colocó de rodillas frente al miembro, pasando rápidamente su mano, viendo en todo momento los ojos de su Alfa, sabía que esto le encantaba a su novio, quien enseguida comenzó a acariciar sus rizos.