Malquerencia

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"Al quebrantar la confianza solo quedará enemistad"

Sentía una gran presión sobre mi cabeza, un dolor que aumentaba con cada maullido que daba mi pequeña mascota hambrienta junto a mí.

El ruido comienza a incrementar, por lo que tomo las sabanas que cubren mi cuerpo y las alzo hasta que tapan mi cabeza por completo, aislando el inminente sonido que produce la pequeña bola de pelos. Mi tranquilidad dura tan solo unos instantes hasta que siento su pelaje junto a mi rostro antes de que abra la boca para volver a maullar con fervor.

Al parecer, es hora de levantarse y darle de comer antes que decida asesinarme.

Abro los parpados con dificultad y por unos instantes agradezco aquellas cortinas que compre para evitar la luz de las mañanas, logro sentarme en la cama, dejando caer las suaves sábanas que cubrían mi semidesnudo cuerpo. El pequeño gato se sube sobre mis piernas mientras presiono el botón que retira la oscuridad de la habitación.

Me obligo a levantarme después de encontrarme con la grata sorpresa de que mi teléfono se encuentra sin batería, entre torpes tropiezos logro llegar a encontrar el cargador y conecto el celular a este antes de buscar la comida del gato.

Agradezco internamente encontrarme sola y no haber despertado en otra cama junto a otra persona, lo agradezco porque después de haber salido de esa habitación, poco recuerdo en algunas imágenes que brotan de momento en momento.

Recuerdo haber besado a un par de personas antes de terminar en el baño de mujeres con un rubio algo hablador, después de hacerle un par de visitas más a la chica que atendía las bebidas esa noche, solo llega a mi memoria los desorientados pasos que daba para llegar al inodoro y devolver todo lo que comí en el día.

Cómo llegué hasta mi departamento es un completo misterio de igual forma, como lo son los sucesos después de excederme con el alcohol en el bar.

Termino de alimentar a mi mascota y después de un par de caricias en su lomo, la dejo en paz para que coma tranquila junto a la isla en la cocina.

Por un momento me debato si será buena idea pedir algo para comer o prepararlo yo misma, teniendo en cuenta que debo guardar el poco dinero que me queda y que solo se cocinar un guiso que no tiene un buen sabor, mi cuestionamiento interno acaba cuando el teléfono móvil que carga en mi cuarto, comienza a emitir el sonido de llamada.

Veo el nombre de la morena que se encuentra a kilómetros de distancia relejar en la pantalla del teléfono después de correr con desesperación hasta mi habitación solo para contestar, observo la pantalla durante largos segundos, temerosa de tan solo pensar que ella ya sabe sobre lo que ocurrió anoche, finalmente decido contestar para no levantar mayores sospechas.

—¿Resaca? —la pregunta suena a través del teléfono con la voz irónica de Lily.

—Hola, yo estoy bien, ¿y tú?

La escucho quejarse desde el otro lado de la línea y yo procuro alejar algo el celular de mi oreja, realmente el ruido si comienza a generar mayor dolor en mi cabeza.

—Dudo mucho que te encuentres bien —comenta con algunas risas en medio de las palabras­—, ¿qué tal estuvo la fiesta?

Maldigo mentalmente, a sabiendas de saber qué es lo que busca iniciando este interrogatorio de la fiesta de anoche.

No es fácil engañar a Lilybeth, en especial cuando supo acerca de una fiesta universitaria que se realizaría en un club conocido de la ciudad, y que extrañamente no quisiera contarle más acerca del lugar, levantó aún más sospechas.

Now and then (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora