Now and then (#2)

Soledad

"Es más una cuestión de sentimiento que de diversión"

«... Nunca antes había estado tan convencida de algo como en ese preciso instante en que lo vi ingresar a casa desde la ventana de la habitación de Lilybeth.

Solía perder el tiempo con ella, ya sea en medio de una conversación sin sentido o escuchando música mientras teníamos comida chatarra entre nuestras manos. Realmente me gustaba pasar un buen rato junto ella pues era mi mejor amiga desde que tenía uso de razón, pero esa no era la única razón por la que me agradaba estar en su casa casi todos los días que eran posibles.

Pues estaba Lander, a quien tenia en mi memoria desde muy joven y quien siempre estaba ahí para protegerme, la persona que comenzó a gustarme sin pensarlo. Fue extraño y apresurado, porque sin darme cuenta, me encontraba suspirando después de un intercambio de palabras o sonriendo por tan solo verlo.

Era una ilusión infantil y estaba consciente de la diferencia de edad entre ambos, en especial porque acababa de cumplir los 18 y sabía que a él no le interesaría una adolescente que no había dado siquiera su primer beso.

Era un imposible y lo reconocía a la perfección, sobre todo después de verlo una tarde entrar a su casa con otra chica, lo que me rompió ligeramente el corazón, pero no lo suficiente como para dejar mi pequeña ilusión con él.

En un pestañar, los minutos cambiaron tras esa noche que no podía dormir, mientras me dedicaba a dar vueltas y vueltas por la habitación de mi extrovertida amiga, quien yacía dormida profundamente en la gran cama de sábanas moradas.

El sonido de una puerta llamó mi atención y mi corazón dio un salto al asomarse a la ventana, un Lander en estado de ebriedad era escoltado hasta la puerta de entrada. Uno de sus amigos lo tomaba con fuerza para que no cayese al suelo y el moreno solo reía; no pude evitar sonreír a pesar de ver la situación, mi sonrisa se convirtió en un ligero sonido, cercana a una risa, lo suficientemente sonoro como para que él se sintiese observado y fijara su vista en mí; mi corazón vuelve a saltar y me oculto tras la pared, con los nervios a mil por hora.

Decidí que lo mejor seria intentar dormir, tal vez a la mañana siguiente él no recordaría haber visto a la amiga de su hermana husmear por la ventana.

Sin embargo, tras una hora dando vueltas por la amplia cama, seguía sin poder conciliar el sueño y todo a causa de un recurrente pensamiento en mi cabeza.

"Ve a su habitación"

¿Por qué? ¿Cuál será la excusa?, no tenia ninguna coartada para aparecer en su puerta, pero esas preguntas llegaron a mi mente muy tarde, pues antes de plantearlo siquiera, me encuentro ingresando a su oscura habitación tras ver la puerta entreabierta.

Después de ello, el tiempo pasa demasiado rápido y no logro comprender mis movimientos o siquiera mis pensamientos tras observarlo recostado en el colchón, porque me encuentro presionando mis labios sobre los suyos, en un ligero roce que quita el aliento. Siento su tranquila respiración chocar con mi rostro en cuanto me separo con cuidado, decido quedarme unos segundos a mirarlo de cerca.

Lo que se convierte en otra pésima decisión cuando veo sus parpados moverse con inquietud hasta que sus grisáceos ojos chocan directamente con los míos.

—¿Vi? —pregunta con la voz ronca, puedo sentir su aliento con un ligero aroma a cerveza— ¿Qué haces aquí?

No puedo responder y mis labios comienzan a temblar, mi cuerpo comienza a temblar y vuelvo a besarlo. Esperando a que a la mañana siguiente no recuerde nada, que crea que es un sueño.