— ¿Vieron lo que dicen de la chica por venir con Bryan a la escuela?
— Sí, gente mierda.
Estábamos todos en el estacionamiento haciendo tiempo, tocaron el tema que ahorita es tan hablado por los pasillos de la escuela, no podía creer que tan mierda eran las personas.
— Ella sólo me está ayudando, no sé por que la atacan de esa manera. - dije mientras acomodaba mi cabello un poco desesperado.
— Así es la gente chismosa y mierda. - respondieron.
— ¿Qué hago? Debe sentirse mal..
Los chicos quedaron en silencio, a uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de salir todos en modo citas, cada uno con una chica y para ser sincero no sabía qué iba salir bueno de esto.
— Las personas la dejarán en paz, si nos ven a todos salir en plan amigos la dejarán en paz y nosotros conocemos más a nuestras futuras novias.
— Creo que esto es más a conveniencia de ustedes, pero parece ser buena idea. - suspiré.— Hoy después de clase las invitamos ¿les parece?
...
Mi rostro hinchado era evidencia de que había estado llorando, traté de no cruzar miradas con ninguno de mis amigos del club y sólo entré directo a mi área para seguir trabajando.
— No es cierto lo que dicen de ti. - volteó Joe a verme.
— Tienen razón Joe.. Soy muy rara y fea. - dije cabizbaja.
— Tú no eres fea, y mucho menos rara. - se acercó Dakota acariciando mi brazo para darme ánimos.
— Claro que lo soy, a nadie le gusto y por eso nunca he tenido novio. Me gustan cosas que a los chicos de nuestra edad no les gusta. Soy muy lenta y aburrida.
A este punto no pude evitar llorar, era verdad lo que pensaba de mí y los comentarios de los demás habían elevado esa inseguridad que difícilmente puedo superar.
Seth dejó de hacer lo que hacía y se acercó lentamente para ponerse en cuclillas frente a mi haciendo que lo mirara.— Cállate ¿quieres? Escúchame bien. - me tomó de la mano.— Tú eres el ser más hermoso que he conocido, la más divertida y la más tierna.. Que la puta gente no vea eso no es tu culpa, cualquiera se enamoraría de ti. - pausó para suspirar profundamente y seguir hablando.— Porque tienes todo lo que alguien busca en una pareja, no digas que no le gustas a nadie porque hay personas que si les gustas, no dejes que una bola de estúpidos te hagan sentir mal, tú eres la más bonita y punto.
Quedé anonadada ante las palabras de Seth, sabía que sólo lo decía porque no quería que me sintiese mal pero era imposible no hacerlo, sólo bastaba con verme para saber que no valía nada para nadie.
— No digas mentiras, sólo lo dices porque eres mi mejor amigo. - me solté de su agarre y me puse de pie.— Estoy harta de que me mientan.
— Yo no digo mentiras. - susurró.
Lo miré por unos segundos para después dirigirme a la oficina, necesitaba un momento a solas para tranquilizarme y seguir con lo que tenía pendiente.
Estaba recargada en el escritorio mientras miraba a los chicos por la ventana trabajando y compartiendo risas, en verdad la estaban pasando bien.
Estaba tan distraída en eso pues era lo que quería, sentirme bien haciendo lo que me gusta. De pronto escuché mi celular alertándome que un mensaje había llegado.