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— ¿Por qué haces esto? Quiero decir, no me conoces mucho. - la miré lentamente.

— Lo sé, pero creo que eres una persona increíble y te he tomado cariño. - sonrió con confianza

No me seguía quedando claro, no sabía si ella trataba de enamorarme o simplemente era una buena persona.

— Deberíamos dormir, mañana tenemos que ir a la escuela y no queremos ir todos feos y ojerosos ¿verdad? - reí levemente.

Ella se dispuso a acostarse mientras yo me cubría con las cobijas, apagó las luces, todo era silencioso tanto que sólo se escuchaban las manecillas del reloj que estaba en alguna parte de la habitación.
No podía dormir, no era porque estaba en el piso si no porque me sentía solo aunque ella estuviera durmiendo en la misma habitación que yo. No sabía cuanto tiempo había pasado sólo no había conciliado el sueño.

— Bryan.. ¿estás dormido? - preguntó en un tono suave.

— Eh.. no, pero en cualquier momento dormiré. - respondí algo avergonzado

— ¿Por qué no duermes conmigo en la cama? Es incómodo dormir en el piso. - dijo

— No quisiera molestarte

— No molestas, anda yo tampoco puedo dormir

Estuve pensándolo pero al final accedí, tomé mi almohada y fui a acostarme a su lado.

— ¿Quieres que te abrace y te tararee una canción? - me miró, aunque la habitación estuviera obscura no podía describir la manera en la que sus ojos brillaban.

– ¿Para qué? - pregunté

— Para que puedas dormir. - sonrió levemente

Me quedé en silencio, fue en cuestión de segundos cuando sentí como se acercaba a mí, me rodeó su brazo y automáticamente se acurrucó conmigo, comenzó a tararear una canción de cuna mientras acariciaba mi cabello. Pude escuchar el latir de su corazón y ese sonido me tranquilizaba, sentía una carga de energía extraña, me sentía cómodo y con la necesidad de no moverme para quedarme así toda la noche.

Cuando menos lo pensé mis ojos comenzaron a sentirse pesados hasta que caí profundamente dormido.

...

La alarma estaba sonando y teníamos que levantarnos para desayunar e ir a la escuela, pero estaba esta sensación en mí que no quería moverse del lugar.

— ¿Siempre haces berrinches al despertar? Hubiera grabado eso. - comenzó a reírse mientras soltaba un gran bufido.

Íbamos caminando por los pasillos de la universidad en camino a nuestros edificios cuando Seth se nos acercó con sus manos en la espalda.

– Hey - la llamó con entusiasmo

Lo miré detenidamente, parecía más arreglado de lo normal.

— ¿Qué pasó? Buenos días Seth - sonrió

— Luces muy linda hoy - sonrió de vuelta

No pude contenerme y solté una risa burlona, que clase de coqueteo tan más infantil había escuchado.

— Tú también luces bonito, algo diferente. - ella lo miró de pies a cabeza

LIE  [ Bryan SKabeche ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora