Después de una ronda de confesiones y retos algo fuertes, el ambiente logró calmarse un poco dejándome así menos estresado que al principio.
Ella comenzó a sentir pesadez en sus ojos por lo que decidió reposar su cabeza en mis piernas mientras que yo seguía charlando con los chicos.— ¿Por qué rechazas a la chica de artes? Jessica es demasiado linda, la conozco desde hace tiempo. - preguntó mi amigo Leo algo curioso.
— Porque sí. - respondió Seth con molestia.
— Es que a Seth le gusta alguien. - rió Joe.
Una pequeña risa no pudo evitar escaparse, Seth miraba con odio a Joe como advertencia de que se quedara callado.
— ¿Qué? - pregunté serio.
— Cállate Joe. - Seth susurró algo nervioso.
— A SETH LE GUSTA NUESTRA AMIGA PRESENTE DORMIDA. - gritó entre risas.
Seth miró hacia donde estaba ella quien estaba plácidamente dormida, no se había enterado de nada.
— Te voy a matar. - Seth susurró, estaba por lanzarse encima de él pero lo detuve.
— Ya basta, mejor vamos a ir a dormir. - dije molesto
Me levanté con cuidado sin despertarla, fui por las mantas y algunas almohadas para que los chicos se acomodaran como quisieran en el piso. Cuando todos comenzaron a tomar lo que iban a utilizar para dormir, la cargué en brazos para llevarla a la cama. Iba a dejar que durmiera conmigo.
— ¿Qué haces pervertido? - Seth se puso a un lado.
— La arropo para que duerma bien y cómoda. - exclamé con molestia mientras la acomodaba.
— No puedes dormir con ella. - dijo molesto.
— ¿Por qué no? No le voy hacer nada, celoso. - me quejé.
— Ya duérmete Seth, deja a Bryan en paz. - exclamó Joe a lo lejos.
Él se regresó dándose cuenta como todos estaban acurrucados dispuestos a dormir.
— Si despierto y veo que le estás haciendo algo, eres hombre muerto ¿Me oíste Bryan? - amenazó del otro lado de la habitación.
— Si si, lo que digas enano.. Vete a dormir. - Me quejé y sin más que acosté a su lado.
— Seth.. Seth. - habló muy bajo después de unos minutos en los que todos habían decidido dormir.
Yo sólo podía escucharla, la miré y me di cuenta de que tenía los ojos cerrados.
— Seth está dormido. - susurré muy bajo.
— Seth, me gusta mucho Bryan. - susurró mientras sonreía.
Me preocupé, debía estar ebria y no sabía lo que estaba diciendo exactamente.
— No lo conoces, ¿cómo que te gusta? - le dije algo nervioso.
— Yo sé, pero no sé.. Me encanta ser su novia falsa. Además es lindo y es el tipo de chico que me gustan, sé que no me conoce ni yo a él pero.. - pausó.— Me gusta mucho y daría lo que fuera para que el sea mi primer beso. - rió levemente, aún seguía con los ojos cerrados.
Yo no sabía que decir y hacer.
— Tal vez no es el chico que tú crees. - respondí.
— Sí lo es, algo me dice que sí lo es. - sonrió.— Estoy muy feliz de que me haya pedido ser su novia falsa, me esforzaré para ser la mejor novia falsa que haya tenido en su vida.
La miré con pena, tenía los ojos cerrados pero tenía una gran sonrisa, tal vez todo sea un error o eso quería creerlo.
— Ya duerme, es algo tarde. - sin más, apagué la última luz de la habitación para poder tratar de dormir luego de esa conversación.
Al día siguiente:
— Gracias por dejarnos quedar en tu casa y hacernos desayuno.
— No agradezcas, eran mis invitados ¿cómo no darles lo mejor? Por cierto, ¿Se te quitó el dolor de cabeza?
— Sí, ya mi abuela me dio una pastilla.
— Oye, tú ¿recuerdas que dijiste antes de dormirte?
— Recuerdo que hablé con Seth pero no sé que le dije, estaba demasiado ebria y somnolienta.
— Ya veo.
Bajé mi celular de la vista mientras dejaba salir un pesado suspiro; mejor no le recordaremos nada, pensé.
...
Estábamos los chicos del club de jardinería en mi casa organizándonos para los pedidos de la siguiente semana, a pesar del estrés de por medio Dakota decidió desviar el tema para poder relajar nuestra mente.
— ¿Cómo les fue en su pijamada? - sonrió.
— Que no pasó, la señorita aquí se puso ebria pero se quedó dormida y nos enteramos de chismes. - bufó Joe sin dejar de mirar su laptop.
— Me duele mi cabeza. - me quejé.
El tiempo pasó algo rápido a decir verdad, sólo nos faltaba una persona pero quedamos en actualizarle todo, los chicos se habían ido y yo me había ido a mi habitación para ponerme mi pijama y estar cómoda.
Fueron cuestión de minutos cuando la anciana abrió la puerta y no pude evitar escuchar desde la puerta de mi habitación.— Hola. - saludó Seth amablemente.
— Seth hijo, ¿qué te trae por aquí? - la señora le dio un abrazo.
— Vine a ver a su nieta. - se separó.— Y de paso traje sopa para que cenen ustedes. - sonrió mientras le daba la bolsa con los recipientes.
— No te hubieses molestado cariño, pásale ya sabes donde está su habitación.
Él asintió para después dirigirse a mi habitación a lo que corrí a disimular que hacía algo, en eso tocó la puerta.
— Soy yo, Seth. - habló.
— Pásale. - respondí.— Siéntate, no te quedes de pie
Él solamente asintió y se sentó en la cama, en ese momento recibió un mensaje.
— ¿Quién te habla? ¿Es el grupo? - pregunté mientras me sentaba a su lado.
— No, es esa chica de artes con la que me dan burla
— Uy, ¿hay una chica? - sonreí burlona.
— No me interesa. - se quejó.
— ¿Por qué? Seguro que es buena chica y apasionada si es que va en ese club. - pregunté mientras le daba un pequeño codazo.
— No confío en los amigos de Bryan, además no es mi tipo.
— ¿Por qué? ¿Acaso te gusta alguien más? - lo miré.
— Bueno.. Yo.. - Seth no terminó pues escuchamos a alguien muy familiar en la puerta.
— Gracias, que amable. - se escuchó por detrás de mi puerta.
Fueron escasos segundos que tocaron, fui abrirla encontrándome con Bryan.