— Profesor - asomé la cabeza por la puerta.— ¿Puedo hablar con usted? - pregunté.
— Bryan, hola - saludó amablemente.— ¿Sucede algo?
Entré al salón donde se encontraban otros alumnos tomando horas extras para mejorar su actuación, el maestro les indicó que podían descansar unos minutos y todos salieron para que nos quedáramos solos a hablar.
— No puedo protagonizar la obra - dije serio
— ¿Pero por qué? - preguntó sorprendido.— ¿Sucedió algo? ¿Te encuentras bien?
— No estoy bien, tengo muchos problemas y no quisiera presentar una actuación mediocre
— Bryan estamos a semanas de presentarla - peinó su cabello frenéticamente de la desesperación con la noticia.— ¿Estás seguro de tu decisión? Es tu última obra en la escuela
— Lo sé - susurré.— Pero en verdad no quisiera arruinar la obra. - crucé de brazos soltando un suspiro pesado.— Denle el papel al otro chico, el está igual de preparado que yo, el podrá dar una buena actuación
— Está bien - suspiró.— Respeto tu decisión aunque no me guste, espero que puedas arreglar tus problemas
— Gracias y una disculpa por retirarme de esta manera - medio sonreí
— Cualquier cosa que necesites puedes buscarme, estaré para ayudarte - sonrió algo desilusionado
— Gracias profesor
— Bien, iré a avisarles a los chicos del club que tendrás que retirarte - me dio la mano para después irse a continuar con los talleres.