LIE [ Bryan SKabeche ]

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— Y todo lo que... - volví a ser interrumpido

— ¿Lo que vivimos? Todo fue para ayudarte a volver con Chanel, ahora que volviste con ella no me necesitas y todo vuelve a ser como antes, a cuando éramos unos desconocidos. - dijo seria

— Pero... me gustas ¿No entiendes lo que te digo? En ese tonto experimento hizo que en lugar de buscar la manera de volver con ella, me terminé enamorando de ti - hablé muy molesto, tanto que podía notarse en mi voz

— Y eso no fue mi culpa Bryan - me miró fríamente

— Si me dices que te gusto en este mismo momento la termino para que me creas, estoy dispuesto a dejar todo, incluso teatro si me lo pides - sonaba desesperado, realmente lo estaba

— No Bryan, entiéndelo y déjame en paz. No quiero saber de ti, olvida todo lo que vivimos ¿quieres? - respondió aún más molesta

— Por favor.. - susurré con voz cortada

— Deja de hacer esto más difícil... por favor lárgate de aquí - su voz igualmente se cortó.— Es por mi bien... lárgate - susurró.

La tomé de la cara para poder besarla pero ella me empujó con fuerza haciendo que nos separaramos.

— Vete y no vuelvas a hablarme en tu vida... Fue un error haberte conocido - soltó en llanto.— Me haces tanto mal, déjame vivir en paz mis últimas semanas de escuela a lado de mi chico - dijo entre lágrimas

Sentía como mi vista se nublaba gracias a las lágrimas de mis ojos al escuchar esas palabras, de verdad dolía, dolía demasiado.

— Lo siento... no debí pedirte ayuda para esa mierda, debí acercarme a ti como normalmente se hace, así no me odiarías y seríamos felices. - solté en llanto

— Ya vete... si no quieres que le hable a Daniel, lárgate y no sigas diciendo tus tonterías - apretó sus dientes

Traté de acercarme pero ella me dio la espalda, después de estar en silencio unos buenos minutos esperando que ella se diera la vuelta para besarme o que me dijera que se había equivocado en decir todas esas cosas al ver que nada ocurría, me coloqué bien la mochila, con el corazón hecho trizas y lágrimas en mis ojos me retiré del lugar.

...

Mientras iba por los pasillos, los demás chicos pasaron con la curiosidad de que había pasado hasta que me vieron con un rostro que mostraba todo lo contrario. Era imposible ocultar el hinchazón de mis ojos por estar llorando y la rojez de mi cara.

— Me mandó a la mierda - susurré cabizbajo

— ¿Qué? - preguntó Seth sorprendido

Todos los chicos se pusieron al rededor mío y me encaminaron al patio de la escuela para poder tener un lugar más privado para poder hablar. Al llegar nos sentamos en una banca y todos me señalaron a que procediera a hablar mientras escuchaban atentamente.

— Le dije y me dijo que dejara de decir tonterías - suspiré secándome las lágrimas

— ¿Qué demonios le pasa? No puede ser cierto.. - Alex negaba con la cabeza

— Es una idiota - Joe rodó los ojos con molestia

— Hablamos luego, no estoy de ánimos - dije para después levantarme e irme del lugar.

[...]

— Eres una idiota - escuché una voz reconocible detrás mío

Quise disimular que estaba bien al secarme la cara que tenía empapada de lágrimas después de que Bryan se había ido, me dejó anonadada el hecho de que alguien viniese a insultarme de esa manera y más era mi sorpresa al ver a todos mis amigos parados viéndome fijamente con molestia.

— ¿Qué? - pregunté

— ¿Por qué mandaste a la mierda a Bryan? - preguntó Joe alzando la voz

— No les importa - negué con la cabeza y me di la vuelta para seguir con el arreglo

— ¿Qué sucede? - salió Dakota asustada de la bodega.— No entiendo

— Bryan le confesó a ella que le gusta y ella lo mandó a la mierda - rió sarcásticamente

— Eres una maldita cobarde, ojalá te arrepientas porque estás quedando como una completa estúpida - dijo Seth molesto

Volteé lentamente a verlo, nunca creí que escucharía esas palabras de Seth salir de su boca y menos dirigiéndose a mí siendo que fue mi mejor amigo.

— Cállate, no es tu asunto. - caminé unos pasos acercándome lentamente a su cara.— Yo hago lo que quiera con mi vida - dije mirándolo fijamente

— Cuando estés llorando por él, no cuentes con nosotros - Joe se metió haciendo que lo mirara mientras me fulminaba con la mirada.— Me decepcionas, te creía más valiente y fuerte.

— Déjenme ser feliz con Daniel - crucé de brazos

— Si claro, con tu relación que se ve más falsa que un producto chino - rió descaradamente Seth

— Bien, no nos metemos en tus decisiones sólo no queremos verte llorar al final - Joe alzó de hombros sin importancia

Los miré por un momento para después voltearme y ocuparme con el ramo que tenía pendiente, no quería que me hicieran perder más mi tiempo.

— Sí como sea - reí.— Déjenme de joder ¿si? Daniel tiene razón, no debo ni de juntarme con ustedes. - dije sin dejar de darles la espalda

— ¿Que Daniel te dijo qué? - preguntó Dakota decepcionada

— Nada, sólo dejen de molestarme - suspiré

[Días antes de la confesión]

— Déjame ver si entendí - Daniel me miró.— Bryan te pidió que lo ayudaras a descubrir que fue lo que falló con Chanel, comenzaron a salir de manera falsa y te enamoraste, el día del cumpleaños de Bryan ebrio te pidió que lo besaras, se besaron pero tú te tomaste tu distancia porque sabías que jamás iban a ser algo y cuando Leo te humilló te quedó más que claro que jamás serían algo, tomaste tu distancia y comenzaste a tomar tu indiferencia hacia él para tratar de olvidar esos sentimientos que tienes - yo asentí.— Bebé, caíste en el juego sucio de Bryan - suspiró

— ¿Juego sucio? - pregunté confundida

— Es que no sabes la clase de persona que es él cariño - acarició mi mejilla.— Él es el tipo que le encanta enamorar y romper el corazón de las personas, así como a ti, busca la manera de acercarse pero sólo es para hacer ilusiones y esperanzas falsas - suspiró.

— ¿En serio? - respondí sorprendida

— Sí, Bryan es demasiado engreído, le encanta saber que alguien está enamorada de él y esa persona no lo tenga, por eso te enamoró sin que te dieras cuenta, lo bueno es que te diste cuenta antes de que te rompiera el corazón, he escuchado de sus víctimas que es muy cruel cuando logra hacerlo - suspiró volteando a otra parte

Yo había bajado la cabeza decepcionada. Nunca hubiese imaginado eso de él.