Supernatural (Sam Winchester y tu)

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POV DEAN:

Dos años y doce meses:
Gracias a Sam y a Castiel que no se habían rendido había podido volver a ser yo, aún como todo en nuestras vidas las cosas buenas siempre traen algo malo y no a sido la excepción, para que pudiese volver a la normalidad teníamos que quitarme la marca de Caín, logré quitármela pero como consecuencia dejamos libre a Amara la hermana de Dios, mejor conocida como el mal o la oscuridad, Amara tomó la forma de una linda bebé y desapareció para nuestro mala suerte, hemos estado cazando como antes pero claro tenemos en cuenta la amenaza que Amara es para el mundo entero.

POV ____:

Tres años y un mes:
Dos meses después de que logramos escapar del castillo nos encontraron, mataron a más de la mitad de nosotras, a las demás nos alejaron y nos encerraron en celdas, cada dos días nos dejan comida y cada tres un grupo de guardias junto a Helio llegaban a mi celda para interrogarme o torturarme, mi piel se encuentra abierta, sangre fluye de las heridas que tengo, se me logran ver los huesos y mi cuerpo cada vez está mas débil, la luz del sol no me llega, no puedo hablar con nadie que no sean los guardias o Helio, esto casas vez se vuelve peor, es como si estuviera en usa pesadilla.

Hoy era el tercer día, por lo que sabía que Helio vendría junto a sus guardias para torturarme.

-Hola hermosa, ¿ya me extrañabas cierto?- llego Helio hablando con cierta ironía en su voz.

-Véte al infierno Helio- respondí sacando el dedo de en medio.

-Justo donde estuvo tú novio, por cierto, ¿aun lo recuerdas? ¿Aún recuerdas a Sam Winchester?- pregunto con cierta curiosidad y cinismo.

Por un momento me quede callada, recordaba el nombre de Sam pero no su apellido, facciones o quien era para mi, a decir verdad ya no recordaba nada de mi vida pasada, de vez en cuando tenía pequeños flashback o sueños sobre mi anterior vida pero esos recuerdos no duraban mucho tiempo en mi mente, mire a Helio y luego baje la cabeza intentando recordar quien era.

-Ja lo supuse, y estoy seguro de que los queridos hermanos ya ni siquiera te han de estar buscando, para ellos estás muerta y próximamente lo estarás realmente- hablo Helio tomando mi mentón y acercándome a él.

-Joven rey, tenemos problemas- Helio miro serio al joven soldado y salió del lugar cerrando la puerta.

Me acerque lo suficiente a esta y logré percatarme que la puerta no tenía seguro, cómo pude tome fuerzas y salí de la celda, por primera vez en meses me había percatado que cerca mío estaba clary, una de las chicas que estaba conmigo y Alex al parecer éramos las únicas que seguíamos con vida.

-_____ ¿eres tú?- pregunto Alex asomándose por la rejilla.

-Sí, Helio dejó la puerta de mi celda abierta, ¿donde están las llaves?- le pregunté asomándome por su puerta.

-Están tres celdas más adelante, dudo que James las esté cuidando- está vez se asomo Clary.

-Ire por ellas- camine intentando hacer el ruido menos posible hasta llegar a donde estaban las llaves, las tome y corrí hasta las respectivas celdas, probé llaves hasta dar con las correctas.

-Vámonos de aquí rápido- Alex empezó a corre mientras Clary y yo le seguíamos el paso.

-Las princesas escapan- un maldito guardia nos vio y delató, segundos después ya teníamos a casi treinta hombres detrás de nosotras.

Corríamos sin para con el miedo recorriendo nuestras venas, los pulmones a todo lo que daban por obtener oxígeno, como pude me quite los estorbosos zapatos permitiéndome así adelantarme, casi quince minutos después salimos del enorme palacio encontrándonos así con la oscuridad de la noche y una lluvia que parecía diluvio.

-Mátenlas sin piedad- esas simples palabras hicieron que el miedo me hiciera sacar fuerzas que no tenía y corriera aun más rápido.

-Ya no puedo más- grito Clary quien se había quedado hasta el final.

-Claro que puedes, vamos- Alex tomó la mano de la más joven entre las tres y la empezó arrastrar a su paso.