𝐁ucky barnes | ❝dos corazones de cristal que se necesitan el uno al otro❞
donde artemis y bucky tienen una amistad caótica que los destinará a estar juntos, pero ninguno se da cuenta de ello hasta que comienzan a vivir en la misma casa.
ó
donde a...
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CAPÍTULO CINCO; FLORES Y DONAS.
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SI A JAMES BUCHANAN BARNES le preguntaran cuántas veces había visto así de apagada y decaída a Artemis Eisley Jones, sin duda diría que ninguna.
Pero, después de aquel día en el gimnasio, podía decir con exactitud que el ánimo de la castaña había caído de picada al suelo sin duda alguna, y lo peor, es que él no sabía cómo hacerla sentir mejor.
Siempre que él tenía una pesadilla, ella llegaba a ayudarlo. Lo acompañaba hasta que lograra calmarse y le decía que estaba a salvo de HYDRA y de todos los tipos malos, inclusive le contaba anécdotas de cuando era niña para que dejara de pensar en tal pesadilla y pudiera volver a conciliar el sueño.
Ahora que ella necesitaba de él, Bucky no tenía ni la mínima idea de como debía ayudarla.
Estuvo observando su comportamiento los últimos días, intentando averiguar que le sucedía para así poder ayudarla. Algo tenía claro: extrañaba a alguien.
Ese alguien o a esos, los tuvo claros desde el primer día: Steve Rogers, Natasha Romanoff y Tony Stark. Luego comprendió que también tenía temor, y sabía perfectamente que se trataba de no poder controlar sus poderes y de tal vez lastimar a alguien intencionalmente.
Las noches siguientes notó que se quedaba hasta tarde leyendo algún libro sobre la mesada de la cocina. Con una pequeña luz iluminando su vista y algunas veces una taza de café. Pero su intento de no dormir, era en vano, ya que siempre se quedaba dormida sobre tal lugar. Siendo así James Barnes, quien se encargaba de llevarla a su habitación todas esas noches para que no se quedara durmiendo allí toda la noche.
Cada vez que aquello pasaba, y no era hasta que Bucky la llevaba a su habitación, él lograba sentir una tranquilidad: sabiendo que al menos ella podría tener una noche tranquila y no despertaría con un dolor de cuello al día siguiente.
Era como un angel guardián por la noche. Ya que cada vez que Artemis despertaba al día siguiente, se preguntaba como demonios había llegado a su habitación cuando recordaba perfectamente haberse quedado dormida sobre la mesada de cerámica en la cocina.
Claro que sabía que todo eso sucedía gracias al ex soldado, pero era obvio que no le iba a preguntar o a mencionar algo sobre ello. Le gustaba que él se preocupara tanto por ella, como para verificar si realmente estaba durmiendo en su habitación y no en otro lado como habitualmente lo hacía.
Bucky la notaba rara, apagada y decaída, pero aquello no impedía que se relacionara con él todo el día. Aveces veían una película juntos, o Artemis le proponía hacer algo para cenar, que terminaba en un desastre y con ellos dos finalmente ordenando una pizza para cenar.
