𝐁ucky barnes | ❝dos corazones de cristal que se necesitan el uno al otro❞
donde artemis y bucky tienen una amistad caótica que los destinará a estar juntos, pero ninguno se da cuenta de ello hasta que comienzan a vivir en la misma casa.
ó
donde a...
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CAPÍTULO DOS; EL PLAN SECRETO DE STEVE.
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A LOS OJOS DE BUCKY, Artemis era una maravilla en todo su esplendor, y no una de esas por las que tenías que pagar grandes cantidades de dinero para admirar aunque fueran unos minutos, no, para James, era la maravilla de la cual podría admirar todo los días y que sólo él tenía conocimiento alguno. Si le pidieran describir a la chica, ni siquiera encontraría las palabras perfectas para hacerlo, y si fuera así, apostaría a que duraría más de mil años describiendola palabra por palabra.
Le hacía sentir cosas que él no recordaba haber sentido antes, mucho menos en los años que fue controlado por HYDRA. Lo hacía sentir sentimientos que fueron reprimidos y ocultados, por lo que entenderlos, le resultaba algo difícil.
Le agradaba de una forma que no entendía, no era como los demás que había conocido antes, con quienes ni siquiera se atrevía a compartir más de tres palabras. Por alguna extraña razón, ella le irradiaba confianza, permitiéndole tener una conversación normal, un día normal con alguien aunque fuera por unas horas. Ya que pronto, su pasado lo consumía.
Admiraba a la chica en todos lo sentidos posibles, él recordaba a la perfección todo lo que ella también había sufrido, perdió a tres personas que consideraba su familia en el mismo día, años atrás había perdido a su padre y por cinco años a su madre y su única hermana. Admiraba que después de todo aquello le siguiera mostrando su sonrisa, su sarcasmo y la actitud que aveces lo sacaba de quicio, pero le producía tantas cosas en su ser, que no podría explicarlo. Como fruncia las cejas cuando algo no le agradaba, ó (algo que había notado estos días), la forma en la que se sentaba en el sillón, se ponía sus audífonos, colocaba música a todo volumen y admiraba el techo como si fuera lo más interesante del mundo.
Verla hacer eso al principio le pareció un poco raro, pero veía tanta paz en ella cuando hacía eso, que dejó de parecerle raro y pensar que esa era su forma de despejarse del mundo, pensó que hasta podría hacerlo por horas si la castaña se lo propusiera.
Tampoco iba a mencionar lo nervioso que aveces lo ponía. Si ya era un torpe al hablar, ¿alguien podría hacerlo aún más? claro, ella podía. Y ni siquiera se daba cuenta. James era tan bueno reprimiendo sus emociones que ocultar su nerviosismo con ella en aquellas ocasiones, era fácil.
No hacía falta mencionar el casi colapso nervioso que le da cuando Artemis lo invitó a vivir con ella. Había pasado apenas un mes desde todo lo sucedido con Steve, Artemis había pasado todo aquel mes con su familia y él en las instalaciones del gobierno preparandose para su indulto. Cuando ella se dio cuenta, que él en realidad no tenía ningún lado en donde vivir, su confusa y traicionera mente la obligó a darle un hogar al chico.
Y ahí estaba, viviendo junto a Artemis Jones en un pequeño departamento en Brooklyn.
No sabía cómo era que había aceptado, fue un impulso diferente que el mismo se sorprendió. Normalmente desconfiaba, lo pensaba una y mil veces y finalmente por el miedo terminaba negándose a lo que fuera, en cambio, cuando la castaña se presentó con aquella cálida sonrisa a él, su método de sobre pensar todo, pasó de una y mil veces, a tres milisegundos.
