- Escúchame, nunca jamás te vamos a echar. No te tenemos miedo, Roxy, nunca lo tendremos.- dijo Hugo
- Dilo por tí- le dijo Alejandro, cortándole- yo sí que le tengo miedo y a mí que no se me acerque. Me da igual que se quede porque Laia y tú le tenéis mucho amor a ese monstruo, pero no por otra cosa.
"¿¿¿Monstruo???" Pensé "Bueno, puede ser..."
Laia le pegó un puñetazo a Alejandro y Hugo se rió.
- No sé a quién temer más, a Roxy o a Laia- dijo entre risas.
Alejandro le miró mal, pero se calló y se apartó.
- Bueno... ¿Seguros? ¿No os vais a arrepentir? Es decir, me buscan, viva o muerta, y si me ocultais también os buscarán a vosotros, y no podré hacer nada por ayudaros si me apresan ...- dije, pero un dulce beso de Hugo me obligó a callarme.
- ¿Te vale de respuesta?- preguntó con una sonrisa, a unos centímetros de mis labios.
Asentí.
- Pues genial. Las chicas en la cama, nosotros ya nos las apañamos. Buenas noches a todos- dijo Hugo y, con un simple movimiento, Laia apagó todas las luces.Antes de que me pudiera dormir, Laia me despertó.
"¿Me cuentas una historia? Una pequeñita, como las del campamento. Pero triste. "
Escribió. Yo asentí, y con susurros, le dije:
- Un día la lágrima le dijo a la sonrisa: "Te envidio porque siempre estás feliz." La sonrisa respondió: "Estás equivocada, porque muchas veces soy la máscara de tu dolor."
Esa verdad me la había dicho mi madre días antes del suceso, cuando le pregunté cómo lo hacía para siempre estar feliz. Entonces no lo había entendido, pero ahora... Necesitaba hablar con alguien sobre ello. Mañana lo haría.
Cerré los ojos y, simplemente, me dormí.
ESTÁS LEYENDO
Un Secreto Peligroso
AcakAlgo ha llevado a la pequeña Roxy Spider a Pitruendo, un lugar de pesadilla... La duda le persigue y las interrogantes no dejan de aparecer. Va a tener que saber desenmascarar a sus falsos amigos sin descuidar a los reales y saber diferenciar entre...