capitulo 16

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Abrió los ojos con asombro en cuanto vio al causante del ataque contra Inuyasha, era el mismo hombre que cruzo la calle haciendo que el muchacho sufriera un colapso nervioso y saliera del auto corriendo. Lo miro de pies a cabeza, ciertamente era muy parecido a InuYasha, aunque era un poco más alto que él, si "su" chico le llevaba unos ocho, o, diez centímetros, él le llevaba una cabeza.

-¿Quién, eres tú?-preguntó notoriamente nerviosa.

-Humana, soy Sesshoumaru, el encargado de vigilar a Inuyasha, y te pido, que te alejes de él, lo llevaré de vuelta al recinto.

-¡No!-grito sin medir sus palabras, ni su tono de voz.

-Te atreves a retarme¿humana?

-Sesshoumaru, no la metas en esto, ella no tiene nada que ver-decía InuYasha, levantándose, sujetándose del árbol donde minutos antes se fue a extrellar.

-Oh, por lo que veo, esta "cosa" fue la que te incitó a escapar del recinto-murmuraba mirándola de pies a cabeza.

-¡Ella tiene nombre, y es Kagome Higurashi, y no te permito que le faltes el respeto!-

Se lanzó contra Sesshoumaru, intentando hacerle retroceder, pero fue detenido por su espada. El golpe le había afectado más de lo esperado.

-Aún no tienes la capacidad para derrotarme.

-Eso lo veremos.

Volvieron a batir sus espadas, haciendo salir algunos torbellinos de aire mezclados con corrientes de energía recorrieran el campo de batalla.

-¡Kyyyaa!-resonó un grito cerca de ellos.

-¡Kagome!-

Volteó hacia donde estaba la chica, estaba en el suelo, temblando de miedo y un poco atrás estaba un árbol caído, que seguramente había sido derribado por alguna de las corrientes antes mencionadas.

-¡Sal de aquí, es muy peligroso!-

-¡No me iré sin ti!-

-Que patético…

Aprovechando la distracción del chico, logró darle una estocada, provocándole una herida poco profunda en el hombro izquierdo.

-¡Agh, maldito seas Sessshoumaru!-gritó dolorido.

Él por su parte sólo se limitó a sonreír, mientras que el muchacho se alejaba un poco, sosteniéndose el brazo herido.

-Inuyasha, basta por favor, no sigas peleando.

-Kagome, si no lo hago, regresaré al recinto y no te volveré a ver…nunca.

La chica sólo agacho un poco el rostro, la verdad no deseaba perder al chico de esa manera, pero, si seguía peleando así, podría perderlo de una manera más abrupta y dolorosa.

Escucharon como algo se acercaba, derribando algunos árboles y cayendo pesadamente. Los tres voltearon hacia el lugar de donde provenía aquel sonido. Unas luces se pudieron distinguir en la penumbra.

-Kagome¡cuidado!-

Se lanzó sobre ella, antes de que aquella camioneta la arrollara por la velocidad que traía.

-¡Inuyasha, Kagome!-

-¡Sango, Miroku!-gritaron respondiendo a sus preocupados amigos.

La pareja descendió del vehículo, intentando correr hacia sus amigos, pero entonces notaron aquella extraña presencia y el cambio de su compañero.

-¿Inuyasha, eres tú?-

-Sí Sango, soy…

-Es el Hijo de la Luna.

HIJO DE LA LUNA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora