Yo Soy

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Alicia corría, corría tan rápido como sus músculos le permitian, se aferraba tan fuerte como podía, su interior gritaba tan alto. Ellos continuaban mirándola, lo sabía, sabía que la miraban ahogarse pero no podía hacer nada. ¿Cómo fue que llegó a esto?, ¿Como fue que ellos sabían que era él, el que estaba detrás de todo esto?, tal vez solo era un mal sueño, un mal sueño asfixiante, ¿Cómo sabía que eran ellos?, ella sabía que la miraban sangrar ¿Acaso era su sangre?. Ellos la presionaban y la empujaban, pero nunca les iba dejar ganar.
¡Debía tirarlo todo, alejarse todo!, se mantenía gritando pero realmente no había nada más que decir.
¡Tan solo debía alejarse de todo!, solo alejarse, no podía seguir luchando pero sabía que no había ninguna otra forma.- (No puedo seguir asi, no puedo continuar así, esto me está haciendo enfermar)... - Alicia bajo un momento el ritmo y se detuvo cerca de un árbol, para tomar un poco de aire. Comenzaba a cansarse de todo esto. Mientras... ellos no le dejeban respirar, tan solo ellos... nunca la dejarían tomar un descanzo. ¿Por qué no la dejaban ir?, ¿por qué no sabía dónde se encontraba?.
Debía de forzar este odio en su corazón, pues era ya su único amigo.
Sentia como si sus labios estuvieran cosidos, continuaba mirándose sangrar, ¿era su sangre?. Sentía como ellos le mantenían bajo presión yempujandola, sería asesinada por ellos.
Tan sólo, ¡debía tirarlo todo, debía apartarlo todo!. Continuaba peleando pero no podía seguir de esta forma, corría sin rumbo fijo, apartando algunas ramas, huía tan lejos como podía.
Tan sólo, no podía seguir así, no podía seguir de esta forma. Solo... Solo no podía, no podía continuar así.
Su corazón latio, y se estremecio, sentía como su espina vertebral se desmoronaba por el esfuerzo. ¿Acaso esto era real?, parecía ser que los que linchaban se multiplicaban, no podía verlos pero podía sentirlos cerca, tan cerca de ella, y estaban a punto de ejecutarla como lo hicieron con Carlos. Querían sangre y matarían por ella, drenarla y dejarla de rodillas, o tal vez solo la quemarian y la mirarian mientras arde. ¿Sueños de guillotina?, podía ver como sus guillotinas brillaban, ¿o tal vez era el sol?, tal vez solo era la sangre de sus enemigos, la sentencia estaba siendo dictada, y la sentencia recaía sobre ella. La sentencia estaba decidída, ¿Acaso acabarían con ella?. ¿O tan sólo eran delirios de su enfermedad Santa?, no podía seguir de esta forma, no podía continuar de esta forma. El soporte de su vida estaba por ser cortado, el nudo estaba demasiado apretado. Continuó huyendo, sin mirar a dónde iba, se mantenia gritando, pero a este punto, sabía que no había nada más que decir. Hasta que tropezó, y levantó la vista, mirando ahora lo que tenía enfrente, era una vieja fábrica, tal vez ers parte de RobCo. No debía de darle tanta importancia tenía que entrar, abrió la puerta con facilidad y la cerró tras de si, dudosa de bloquearla o no, aún que al final si lo hizo.

Deseaba que hubiese otra manera, se sentía paranoica creía que debía huir, debía correr por que ellos seguían tras ella. No podía respirar por el esfuerzo hecho, le dolía el pecho, ni si quiera sabía cuanto se había alejado. Sentía que había perdido algo, había... Había perdido todo... No podía evitar sentir estos malos pensamientos. Se recargo en la puerta y volvió a llorar. Si continuaba llorando de esa forma necesitaria un trapeador, nunca creyó que se sentíria tan perdida, ni tampoco sabía cómo explicar todo este maldito odio, debería de apartarlo pero no podía. Era como si su mente fuese un disco roto, debía continuar avanzando, pero sentía que ya no podía. Encontró cerca un espejo, observó el reflejo y todo lo que miró era decepción, decepción por no proteger a quien amaba, de no ser fuerte. Sus emociones le traicionaban, y aunque ella quisiera estar bajo control no podía. Ojalá y alguien pudiera ayudarla con este disco roto que tocaba su corazón, tal vez no le quedaba ya ninguna esperanza, después de... De cómo lo vio morir... Recordaba sus ojos, el sabía que iba a morir se sentían tan... Tan vacíos, ese brillo que Carlos tenía se había perdido luego del primer disparo, se miraba reflejado el miedo, el dolor. Estaba sentada, abrazando sus piernas, revolcándose en su miseria. Estaba de vuelta al inicio, sola... Esta vez no estaría Max con ella, tal vez el igual que Carlos había muerto, se sujestionaba con cosas que tal vez ni si quiera habían pasado. El dolor que sentía tras la muerte de Carlos era... Era abrumador a lo mejor y no había pasado mucho tiempo junto a él, pero tenía sentimientos profundos hacia Carlos, y perderlo de esta forma... que el muriese en sus brazos era... Traumatizante.

¡Por la República no pises al!... ¿César? (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora