Susurros En La Oscuridad

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La guerra, la guerra nunca cambia...o al menos eso decía mi bisabuelo, en el refugio no había día en el que no esuchara aquella frase... Y había un dicho que el siempre me repetía... Recuerdo que por lo menos una vez a la semana me lo repetía :"Alicia, dale a un granjero semillas y el creará comida, dale a un músico una melodia y el creará una canción... Dale a un soldado un enemigo... Y el no creará nada solo destruirá".

¿Hace cuanto no escuchaba aquello?, ¿8, 9 15 años?... Parecía tanto tiempo que incluso el solo recordarlo hacía que se sientiera nostalgica..." No le tengo miedo al infierno por las cosas que hice, más bien tengo miedo de que el diablo me reciba como a un amigo", ¿por qué venía todo eso a su mente?, aquellos recuerdos le invadían y ahora le atormentaban... Tal vez era algo como una señal.

- ¡AAAAGH MI PIERNAAA!... - Grito uno de los soldados que combatían al oso mutante, mientras este de un zarpaso le había arrebatado su pierna. Los guerreros tribales se habían enfrentado a varios Yao Guais en el pasado, pero nunca a uno tan grandes,y sus armas primitivas no eran rival contra el. Max necesitaba tiempo tenía que acabar con ese hijo de puta. El calor era abrazador parecía ser que el clima no estaba a su favor, sin embargo, eso no era impedimento para continuar con la lucha estaban cansados, si, pero debían terminar aquella contienda. - ¡No retrocedan, debemos ya acabar con esto!. - Grito uno de los mercenarios de élite, un sujeto corpulento de aproximadamente 1.89 de altura, quien comenzaba a descargar el cartucho contra el oso. Cada que su arma terminaba de escupir, se apresuraba a recargar pues el tiempo era valioso.

El animal mutante recibía una lluvia de plomo constante de los guerreros que aún quedaban en pie, el oso estaba a punto de morir, sus heridas eran mortales comenzó a correr, para embestir al Centurión quien desenfundo el cuchillo que encontró en una de las casas de campaña tribales,y junto a dos mercenarios, el anteriormente mencionado y otro que en su lugar portaba una ametralladora lijera el oso finalmente llegó hasta el Centurión quien sólo dio media vuelta hacia la derecha, clavando el cuchillo en la cabeza del oso. Realmente no había echo mucho, pero disfrutaba de la atención dada.

Los soldados estaban cansados, al igual que Max gracias al calor y claro al asedio que realizaron, muchos necesitaban un descanzo y Max, lo proporcionaría. - ¡Buen trabajo Max!, me alegra que hayas derribado al oso... - Alicia había llegado hasta Max, se podía sentir como el ambiente estaba pesado,el olor a sangre, muerte y humedad abundaba en el lugar, perforando las fosas nasales, mientras los cóndores sobrevolaban para luego devorar los cadáveres. - Me alegra saber que estas bien Max - Exclamó Alicia, mientras se acercaba a el para abrazarlo, a Max le extrañaba que estuviera tan cariñosa, pero debía admitir que le gustaba de cierta manera. - Eeeh... Si... Pero aléjate mujer, manchas mi armadura... - Exclamó mientras apartaba a la ranger con suavidad, desviando la mirada lijeramente sonrojado, y poco después volver a la normalidad. - ¿Te dijo algo el mequetrefe de bata blanca?, no le tengo confianza a la facción que blasfemia a Cesar, y menos si usan eso de "la medicina".

Alicia estaba demasiado inquieta después de haber tomado una de las pastillas que el doctor le había dado, estaba seguro que esa mierda no era para las drogas, es decir le gustaba que fuera cariñosa con el, a pesar de negarlo pero le incomodaba que ella estuviera apegada a él. - Uh, tomé estas pastillas que me dio el Doc, dijo que eran para la desintoxicación y que debía de tomar dos de estas por algunas semanas...-Dijo la Ranger, acercándose de nuevo a Max, para darle cariño pero el Centurión se alejaba incómodo.-Si,si lo que digas mujer dame el bote, tengo que ver que contiene. - Extendió la mano hacia su compañera para ver el bote, de seguro tenía efectos secundarios y ella, amablemente le entregó el frasco de píldoras. Y luego Maximilian comenzo a leer y para su sorpresa era una lista algo larga sobre los efectos:

"Efectos secundarios:
Cambios de humor constantes
Insomnio
Ronchas en el cuerpo
Caída del cabello
Perdida del apetito".

Max, molesto golpeo su rostro con su palma, y le regresó el bote, eso explicaba muchas cosas. - Toma mujer, largate de aquí, tenemos que continuar el asedio al campamento central de los zombies, necrofagos o como se llamen. Pero antes... Déjame ir con el doctor tengo que hablar con el sobre... Tus medicinas o esa mierda.-Y poco después comenzó a caminar en dirección al doctor Marcos, para saber que mierda le habia dado a su camarada.

¡Por la República no pises al!... ¿César? (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora