El Centurión.

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-¿Estoy bien?. - Se preguntó Max, no lo sabía... Tal vez no lo estaba... Todo lo que había pasado, sus pérdidas... -Si, si lo estoy es decir...todo está bien ¿no? ... -Se quedó en silencio un momento, aun tumbado en la cama, con ganas de hacer absolutamente nada, toda esta mierda le hecho había daño... Le dolía no podía negarlo, le dolía saber que dejó atrás a Asenat, que dejó a Alicia sola... No podía escapar de esta culpa...le dolía ... Saber que las había perdido a ambas, no podía apartarla-¡Max!. -Golpearon la puerta de su cuartucho, donde se quedaban a dormir el y Asenat. No había tocado las pertenencias de su compañera, miraba con melancolía la libreta de Asenat. La hechaba de menos, especialmente en las noches cuando el, la escuchaba escribir en su libreta ahora es solo una memoria más del pasado. .

- ¡Sal, Max!, tenemos que hablar. -Insistió la voz, golpeando la puerta con más fuerza. Molesto, se levantó con el Gladius en mano. - ¿Que mierda quieres?. - Uriel observó a Max, estaba... Sucio, desaliñado y con barba. Uriel se inclino un poco, para observar el "apartamento" en el que Max vivía... No estaba ni limpio ni sucio, es como si después de un mes el lugar continuará igual. - Max... Tu... Iré a cazar un par de muta-ciervos... ¿Quieres venir conmigo?. - Pregunto Uriel, notaba a Max Deprimido desde lo sucedido con AT. U.V juraba que ambos eran pareja, pues Max casi siempre la mencionaba y estaba muy apegado a ella, como si hubiera ondas entre ambos y desde que se entero sobre ella... Bueno no a salido de su cierto más que para comer o limpirse. -... No, Uriel ... Estoy bien... - Max cerró la puerta despacio, encerrándose de nuevo dispuesto a tumbarse de nuevo... Se recostó en la cama por unos minutos, dando vueltas como si de un perro se tratara, intentaba dormir sin embargo, de manera repentina llegó una idea a su cabeza. ¿Y si eliminaba a aquel individuo causante de sus desgracias?, lo pensó y lo pensó pero ahora... No tenía nada que ganar o perder, Uriel no sabía cómo el se sentía pero no tenía por qué sentirlo de nuevo... No tenía por qué hacerlo podía detener esa ira, desquitarla con quien realmente se la merecía, debía... Castigarlo.- ¹ SILENTIUM!, vox mea ... Non habeo electionem - se dijo así mismo, su padre solía repetir eso cada que debía hacer algo moralmente questionable también, era la primera vez que usaba el Latin, pues desde que se "fue" de la Legión, no había tenido necesidad de hablarlo. Decidido se levantó, empezó quitándose el bello facial con ayuda de su Gladius, para luego salir de su "casa".

Max camino y camino, en busca del hogar del culpable de sus desgracias, no había vuelta atrás, ahora era: ojo por ojo. Tras un par de minutos, llegó al hogar de este sujeto afuera estaba Yu-Cheng, había peleadojunto a él pero no le importaba si continuaba con vida, mientras no se interpusiera en su camino, Yu-Cheng podría preservar su patética vida. - Hola Max... Que... ¿Por qué traes tu arma?. -Preguntó Yu-Cheng, quien al no recibir respuesta de Max desenfundo con rapidez un cuchillo de combate, dispuesto a frenar al centurión.-No tienes por qué morir aquí, te doy la elección de que vayas ahora mismo. -Max se detuvo esperando la respuesta de Yu-Cheng mismo que se quedó callado.
Max, sabía que Yu-Cheng no era un rival, que su batalla no duraría ni 10 min, sabía que asecinaria al chico con facilidad. Y Max, no estaba muy alejado de la realidad
El centurión hizo girar su machete entrando en poción de combate. -Así será... - se dijo así mismo. Yu-Cheng hizo el primer moviento, intentando apuñalarlo, dando tajos rápidos que Max bloqueaba con facilidad. En uno de esos ataques Max apartó el brazo del soldado le tomó del cuello e hizo que se agachara para golpearlo con la rodilla, aturdiendole y de paso, desarmandole.

Yu-Cheng, desorientado retrocedió y cuando todo se aclaró intento golpear a Max, quien dio un pequeño salto hacia atrás, dando un corte hacia el brazo del soldado amputandolo, quien se detuvo para observar como uno de sus miembros era había sido arrancado de un solo corte. Maximilian le tomó del hombro para que voltease a verlo. Lo golpeó 3 veces en el rostro con la empuñadura de su Gladius, para después patearlo en el abdomen, lanzadolo contra la pared. - Moveté!.² - grito el centurión,tomando el brazo del soldado, pues iba a reclamar su recompensa después. Max entró a la casa del alcalde, había matado a Yu-Cheng y estaba dispuesto a hacerlo con quien se interpusiera en su camino. Polina salió de la cocina estaba comiendo un sandwich que se había hecho. La Francotiradora miró a Max, preguntándose ¿que hacia aquí?. - ¿Max?... Está... ¿Está todo bien?. - Dijo Polina, mientras dejaba el sandwich en una mesa nerviosa. Polina me vio entonces, con manchas de sangre en su cuerpo y rostro. Entonces supo... Que no eran de él.

¡Por la República no pises al!... ¿César? (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora