STUCK [JAYWON/JAKEHOON] [OMEGAVERSE]

04

Luego de una larga noche de sorpresas, enigmas y cuidados, el calor del celo parecía desaparecer poco a poco.

Ambos lograron soltar un suspiro. El pequeño omega finalmente dormía plácidamente, con su carita roja por la fiebre previa enterrada en aquella prenda que de forma inesperada se había vuelto una clave en todo el acertijo que la Luna les había puesto esa noche de casualidades. Y es que Sunghoon fue rápido en captarlo; tenía un fuerte presentimiento de que aquella suposición antes hecha podría no estar alejada de la realidad.

La pareja bajó a la pequeña sala del departamento que compartían y exhaustos se echaron en el sofá.

Suficientemente cansado como para permitirse dormitar, Jake buscó la mano de su compañero, entrelazando sus dedos una vez estuvieron juntas. - Entonces, ¿qué haremos con el chico?

Sunghoon suspiró muy suavemente. —Parece joven.

—Completamente joven. — destacó. —Era tarde. Estaba completamente solo y si tan solo no hubiesemos estado ahí..

Sunghoon acarició los nudillos del alfa, peñizcándolo. —Estabamos ahí, Jake, el omega está bien con nosotros. — el menor calmó. Jake se atrevió a abrir los ojos, Sunghoon permaneció con ellos cerrados.

El alfa observó a su omega, pensando calladamente. —¿Planeas comentarle tu pequeña teoría a Jay?

—Algo mucho mejor.— silbó, reacomodándose para apoyar su frente en el hombro del alfa. —Podemos llevar al chico a la empresa.— dijo con tranquilidas. Jake le quedo viendo con una ceja levantada. —¿Qué? No pienses que le llevaremos a la fuerza, simplemente se nos ocurrirá algo.

—¿Y qué pasaría si no es el destinado de Jay?—  volvió a indagar. Sunghoon simplemente se removió contra él con pereza.

—Es solo un presentimiento, uno muy fuerte.— admitió Sunghoon mientras la mano de Jake acariciaba su cabello. —Además puedo sentir que es alguien bueno, el chico no dudó en intentar salvarme el pellejo del lío en el que estaba metido.—  agregó Sunghoon.

El alfa no pudo evitar gruñir. —Tuve que haber actuado mucho más rápido.

—Eran borrachos, Jake.

Él simplemente bufó. —Borrachos con un increíble potencial de acosadores.

—No ocurrió nada, estuvimos ahí para mantenerlo bajo control.— murmuró Sunghoon, gimiendo encantado cuando el alfa lo alcanzó y comenzó a masajear su cuero cabelludo.

—Uno de ellos intentó atacarte.— recordó con pesadez.

—Lo hizo.— confirmó, haciendo una pequeña pausa. —Y le rompí la nariz.— añadió con tranquilidad. Sunghoon simplemente ronroneó, disfrutando de las caricias que su alfa le daba. Jake no pudo ser duro tanto tiempo y terminó riendo bajito ante el comentario y reacción de Sunghoon.

—Hubiese sido más fácil cortarle la garganta.— mencionó Jake acercándose al cuello del menor para darle un beso sobre la algo reciente renovada marca que los unía a ambos de por vida. Sunghoon jadeó, estremeciéndose.

El omega volvió a soltar un pequeño suspiro. —No tengo las mismas energías de hace cuatro años atrás, cariño.

—Hablas como si estuvieses viejo.

—Lo estoy.

Jake bufó. —Oh, cariño, y entonces ¿qué soy yo?

Sunghoon pareció meditarlo unos breves segundos. —¿Has escuchado decir que en vinos y amores, los viejos son los mejores?

El alfa simplemente rodó los ojos, riendo, de repente con cierto calor en las mejillas. —Vamos a dormir, pequeño, falta poco para que amanezca.— murmuró, levantándose del sofá para dirigirse nuevamente al piso de arriba, más tuvo que interrumpir su paso al no escuchar a su omega detrás de él.