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—Espero que me llames por algo importante.— gruñó la voz del jefe Lee del otro lado de la línea tras que su alfa estrella interrupiese su delirio de placer con el pequeño omega al que había conseguido hace poco tiempo.

Hwang no se mostró sorprendido ante el sonido de lamentos y golpes secos sonando del otro lado del celular. Luna, él ni siquiera se inmutó ante el último ruego que soltó aquella persona antes de escuchar el sonido sordo de huesos crujir y finalmente silencio total seguido de un sonido de satisfacción de aquel alfa que tenía de jefe.

—¿Entonces?

—El presunto omega de Park fue escoltado por sus hombres hace unos días. Le llevaron a un sitio resguardado, armado hasta los dientes y donde penetrar podría ser un suicidio.— él informó, captando un resoplido venir del otro lado de la línea.

—Ese tirano no pierde tiempo, aunque es normal viniendo de un Park.— murmuró sin mostrar asombro por la territorial y posesiva decisión del heredero de los Park. —Hicieron lo mismo hace años, cuando Dima aún vivía. Una lástima que su mente estuviese cegada por aquel alfa que la mantuvo encerrada.

—No podemos asegurar el que sea nada más que un capricho del Park mayor, pero sus acciones apuntan a que podría tener planes prometedores con ese omega.

Una risa desganada fue lo que salió de la boca del Lee. —Vamos, Hyunjin, debes de darme algo en qué pensar, no algo que sabía que iba a ocurrir desde hace años atrás.— alentó el jefe mientras salía del interior del omega cuando su cuerpo inerte comenzó a ponerse frío.

—Propondría optar por dos opciones.— pidió, ganándose nuevamente la atención del otro alfa.

—Eso es.— canturreó el alfa jefe con una sonrisa en su rostro.

—La primera es ir tras Yang Jungwon mientras el pez gordo se encuentre fuera.— habló de la primera opción siendo interrumpido por el jadeo sorprendido del otro.

—¿Es ese el omega? ¿Es una broma?¿El hijo de Yang, el imbécil, Junmyeon?— preguntó ante la increíble posibilidad de que fuese el mismo pariente de su trabajador, después de todo, el bastardo de Junmyeon solía presumir de lo delicioso que la mamaba el pequeño puto que tenía como hijo.

Y ahora que lo recordaba, también fue un pequeño regalo que había hecho a Kwang hace un tiempo atrás, con la diferencia de que el omega nunca fue realmente entregado por lo que todo mundo creyó que solo fue un invento de los delirios del asqueroso viejo Yang.

—Todavía no lo podemos confirmar, Yang no ha estado sobrio desde hace un tiempo atrás.— explicó, escuchando un suspiro del otro lado de la línea.

—Quiero escuchar tuotra opción.— pidió atento a la otra alternativa.

—El leopardo ha estado investigando muy de cerca a los Park.— empezó, relamiendo sus labios, — y recientemente descubrimos que el menor de ellos está esperando una cría.— comunicó con un sabor agrio en la boca.

Lee no se mostró sorprendido. —Siempre tú, llevándole los pasos a esa pequeña mierda, aunque debo de admitir que es lo más factible que hay hasta ahora.— murmuró sin más remedio, conociendo de la obsesión del otro hacia el menor de los Park. —¿Y bien, qué planeas con ese omega?— preguntó, siempre se permitiría escuchar las ideas nuevas que traía el que llevaba de cerca a los enemigos.

—Planeo matar al cachorro, dejar vulnerable al menor de los Park.— declaró con decisión en su voz. Lee resopló con emoción al escuchar la decisión en la voz del otro. —Así iremos ir acabando con esas escorias, empezando por los que se van uniendo y finalmente encargándonos del mayor.— decretó.

STUCK [JAYWON/JAKEHOON] [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora