Las siguientes semanas pasaron rápido y gracias a Eleazar podía estar dentro de un auto pero solo si Caleb o él me acompañaban, aún no tenía el valor de conducir, pero agradecía poder ir a la escuela en carro, ya estaba siendo demasiado pesado cargar con los libros de la casa a la escuela y de regreso.
- Lo estás haciendo muy bien.
Era lunes por la tarde y me encontraba en mi cita semanal con el psicólogo, cada vez era un poco más soportable venir, pero todo se volvía más difícil cuando intentaba que hablara de lo sucedido.
- ¿Quieres contarme un poco de tu vida escolar?
- Todo va bien, me gusta mucho mi carrera.
- Eso es excelente. Y, ¿tus compañeros?
- Leah y las chicas han hecho que todo sea, un poco menos, menos duro, creo.
Nos quedamos en silencio hasta que irrumpí diciendo una frase que ni yo misma pensé que diría en voz alta.
- La siguiente semana serán dos meses.
- Lo sé Anya y estás siendo muy fuerte, vas muy bien.
- A veces me pregunto si me estará observando desde el cielo.
- Si eso te hace sentir tranquila y segura, es perfecto.
- Solo desearía saber si está bien, si está en calma. Si pudiera verla una vez más le diría que estoy bien, que lo haré por ella.
- ¿Qué harás?
- Salir adelante, seguir.
Salí sintiéndome extrañamente mejor, había sido la sesión en la que más me había comunicado.
Respiré profundo y voltee al cielo, ya estaba fuera del consultorio.- Anya, te amo mi niña.
- Yo te amo más Eleonor.
- Soy tan afortunada, porque la vida no solo me dio una hija, sino también una amiga.
- Siempre quiero ser tu amiga Eleonor.
Voy a lograrlo mamá, voy a seguir por ti, para que donde quiera que estés te sientas orgullosa de mi, de tu hija, de tu mejor amiga.
- ¿Qué haces? - una voz me sacó de mis pensamientos.
- ¿Qué haces tú aquí?
- Vamos maleducada, ¿de nuevo a la defensiva?
- No tengo otra forma de dirigirme hacia ti, siempre que estoy contigo todo acaba mal.
- ¿De qué hablas? Soy totalmente inocente.
- No es momento Luke, déjame tranquila.
- No, espera - tomó mi brazo antes de que pudiera poner algo de distancia entre nosotros.
- ¿Qué quieres? Acaso crees que soy un juguete o algo parecido para tu diversión.
Estoy cansada, sólo déjame.
- ¿Puedo acompañarte a tu casa? - estaba tentada a negarme pero la oscuridad pronto haría aparición y yo había ido a la consulta a pie.
- Esta bien, pero, ¿por qué quieres hacerlo?
- Me he portado muy mal contigo y siento que no te lo mereces chiquilla.
- No me digas así.
- Pero eso eres, ¿no tienes 17 apenas?
- En unos meses cumpliré 18.
- Esta bien, cuando los cumplas dejarás de ser la chiquilla maleducada - dijo mofándose de mi.
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Negación
FantasiaLa vida es un momento y la existencia un misterio y la muerte, ¿será el final? La realidad es un conjunto de decisiones tomadas a lo largo del proceso de vivir, pero, ¿qué pasaría si nuestro destino estuviera marcado por una profecía? Negación es un...