Capítulo 14

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- ¿Seguiremos entrenando hasta que me haya convertido?

- Incluso después, necesitas estar en entrenamiento hasta que domines tus habilidades, o al menos la mayoría.

- ¿Qué habilidades?

- Bueno podrás comunicarte de manera celestial sin hablar, tendrás una forma propia de comunicación mental, pero no te preocupes igual podrás seguir comunicándote de manera normal con todos. Podrás ver la maldad por mas oculta que este en las personas, aprenderás a controlar tu fuerza al momento de pelear, tendrás que seleccionar que tipo de arma deseas usar, la verdad yo prefiero las espadas de los arcontes.

- Son demasiadas cosas por aprender...

- Además podrás crear círculos mágicos invisibles contra el mal para proteger personas, serás invulnerable a cualquier fuerza maligna o benigna; pero creo que mi habilidad favorita de ustedes es la teletransportación.

- Voy a poder aparecer en el lugar que desee...

- La creación de círculos mágicos de protección y la teletransportación tengo entendido que son las más difíciles de dominar, te puede llevar algunas semanas o incluso meses, pero confío en que sabrás dominar todo.

- Vas a estar conmigo en todo el proceso, ¿verdad?

- Claro que sí, aquí estoy y por más que quieras no me iré.

Estábamos en la terraza de mi casa, era de madrugada, no había podido dormir después de platicar por teléfono con mi padre y mi hermano, se encontraban bien, pero la ausencia me estaba matando. Hace algunas semanas atrás hubiera dado lo que fuera por no ser lo que era y ahora solo estaba impaciente por transformarme para comenzar a proteger a mis seres queridos, me reusaba a pensar que algo malo les sucediera por estar relacionados conmigo.

Si llegaba a pasarles algo por obra mía jamás me lo perdonaría. Ellos eran todo lo que me quedaba en este mundo.

- ¿Cuándo voy a poder volver a la universidad?

- En cuanto te hayas transformado. Ya te lo hemos dicho.

- Y, ¿cuándo voy a poder ver a Leah?

- Anya por ahora es mejor que no se te relacione con nadie, en su momento verás a todos de nuevo.

- Lo entiendo...

- ¿Qué te parece si tenemos una cita hoy?

- ¿Una cita? – estaba nerviosa.

- Si, tu y yo, digo para que te sientas un poco mejor, que tengas un momento de tranquilidad.

- Esta bien, hoy haremos lo que tu digas.

- Perdón, ¿por qué no estoy incluido en sus planes? – Eleazar acababa de hacer presencia en la conversación.

- Deseas venir, Luke me ha invitado a distraernos un poco.

- Saben que no podemos darnos esos gustos.

- Vamos Eleazar...

- Debo recordarles como acabo la última vez.

- No sucederá de nuevo, solo saldremos un rato a comer o quizá a algún lugar solitario.

- Luke...

- Esta bien Eleazar, yo cuidaré de ella, lo prometo.

- Esta bien, no me interpondré, pero los quiero aquí temprano a salvo y sanos, necesito entregar cuentas al cielo de que estas completa y correctamente transformada, no quiero ir al infierno por su culpa.

NegaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora