Llevaba un par de semanas, había decidido dedicarme a buscar por todos los sitios posibles a Luke, no podía enfrentar la realidad, hasta no verlo con mis propios ojos era imposible que lo entendiera.
- Anya debes parar ya – era Eleazar nuevamente intentando detenerme.
- Eleazar, por favor, he logrado completar mi entrenamiento, nada va a pasarme.
- Sabes que ya no vas a encontrarlo. O acaso, lo amas tanto.
- No es verdad, no es por amor, sino por culpa. No puedo asimilar que fue por mi culpa, entiende – ya no era raro que perdiera la paciencia y comenzara a gritar.
- Esa fue su decisión – se plantó frente a mí, intentando calmarme o hacerme cambiar de opinión.
- Y ésta es mi decisión – encarándolo, antes de rodearlo.
- Temo por ti... - susurró tomando mi mano.
- Soy semi inmortal, ¿lo recuerdas?
- Y él no lo era, ¿tu comprendes eso? – cada que repetía que Luke estaba muerto era como si volviera a clavar una daga en mi corazón.
- ¡No hables como si ya no estuviera! – me solté de su agarre y de nuevo me coloqué frente a él.
- Anya debes aceptarlo, no hemos sabido de el en semanas.
- Él está bien, lo sé, lo siento. Y estoy dispuesta a ir al mismo infierno a buscarlo.
- Por favor Anya.
- Deberías regresar al cielo Eleazar, tu trabajo aquí a terminado.
Supe al ver la expresión en sus ojos de desconcierto que había sido demasiado dura, le debía parte de mi existencia, pero la desaparición de Luke me tenía hecha un desastre.
- No voy a dejarte ahora que es cuando más apoyo necesitas – dijo por lo bajo.
- Soy un arconte, ¿necesitas que te lo recuerde? No requiero la ayuda de nadie.
Tomé nuevamente mis cosas, estaba dispuesta a marcharme a los lugares en los que sabía de la concentración de demonios, alguno debería tener razón de él.
Cuando inicié esta búsqueda de datos acerca del paradero de Luke comencé con miedo, aunque sabía que tenía todos los poderes de mi lado, estábamos hablando de enfrentarme sola a grupos de demonios de los que aún desconocía la mayoría de las habilidades, pero con el paso de los días aprendí a entender, a la mala, que yo era más fuerte de lo que podían ser todos ellos juntos.
El destino y la realidad que enfrentaba me volvieron una persona más fuerte, más valiente, más despierta.
- Anya – intentó tomarte del brazo de nuevo, pero en ese instante me desvanecí.
La teletransportación se había convertido en la nueva mejor herramienta de la existencia.
¿Dónde estás Luke? ¿Por qué tuvieron que pasar las cosas de esta manera?
Por favor vuelve a mí. No quiero cerrar este ciclo, no me dejes sin antes explicarme, sin saber que estás bien.
Esta vez me encontraba en un bar de mala muerte que se ubicaba a las afueras de la ciudad, más cerca del bosque que de la civilización, era muy notorio que sería una situación complicada, había decidido solo ir encubierto y no emplear mis habilidades a menos de ser excesivamente necesario.
Desearía con todas mis fuerzas saber en qué lugar se encontraba, de esa manera podría teletransportarme y sacarlo de ahí enseguida.
- ¿Anya? – me sorprendió una mujer alta, morena, de pelo rizado y rasgos demasiado finos y lindos. De inmediato me pregunté qué rayos estaba haciendo ahí.
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Negación
FantasyLa vida es un momento y la existencia un misterio y la muerte, ¿será el final? La realidad es un conjunto de decisiones tomadas a lo largo del proceso de vivir, pero, ¿qué pasaría si nuestro destino estuviera marcado por una profecía? Negación es un...