Negación

Capítulo 25

Después de haber estado semanas buscando a Luke en todos los rincones del infierno en la tierra, y haber encontrado lo que tanto había deseado, decidí darme un fin de semana en la casa del lago de mis padres.

Sali al patio, la vista al lago era algo precioso, creí que podía sentir hasta paz en el momento que me senté a la orilla del río y metí mis pies desnudos al agua.

- ¿Anya? – escuché detrás.

- Eleazar.

Acababa de llegar, ya no me sorprendía que siempre supiera en qué lugar me encontraba.

- ¿Estas bien?

- Porque no habría de estarlo. Deja de preocuparte.

- Por favor Anya, no me agrada estar disgustado contigo.

- A mí tampoco Eleazar, pero sabes bien que tengo razón, me has dejado sola, desde que comencé mi búsqueda de Luke, tu...

- Anya, antes de irse el me aseguró que no volverías a encontrarlo, estaba convencido que moriría, yo no quería alimentar esperanzas vacías, prefería que continuaras con tu vida.

- Ya no sigas – lo detuve levantando mi mano.

- Mi prioridad siempre será tu bienestar Anya, aunque a veces no lo entiendas.

- Creo que deberías volver al cielo, ya he dominado todas mis habilidades, ya no corro peligro, puedo con todo sola.

- Anya, no quiero que te pase nad...

- Nada va a pasarme, tengo semanas buscando en los rincones llenos de demonios a Luke y nada me ha pasado, nada me pasará, soy semi inmortal, ¿lo recuerdas?

- Lo sé, es solo que...

- Voy a estar bien Eleazar, puedes irte – declaré sin voltear a verlo.

- Esta bien, si consideras que será lo mejor.

- Es lo mejor, estoy segura que haces mucha más falta en el cielo.

- Te voy a extrañar pequeña – escuchaba como intentaba que su voz no se cortara.

- Te agradezco todo lo que hiciste por mí El. Creo que jamás tendré como pagarte, pero por ahora y después de todo lo que ha pasado creo que lo mejor es que te vayas.

- ¿Puedo darte un abrazo de despedida? – parecía estar nervioso.

- Esta bien.

Así fue nuestra despedida, no quería lastimar a Eleazar, pero sentía que solo lo estaba limitando, su vida se había convertido en seguirme a todos lados y solo saber de mí, ya había cumplido su misión y pensaba que lo más adecuado sería que volviera a su servicio en el cielo.

Lo vi marcharse en dirección al cielo cuando estaba comenzando a caer la tarde, fue entonces cuando escuché las puertas del patio abrirse nuevamente.

- ¿A dónde va Eleazar? – Leah era quien cuestionaba desde mi espalda.

Volteé hacia atrás y vi a Leah caminar sola hacia donde me encontraba, habíamos venido descansar de fin de semana después de todo lo que había vivido intentando tener pistas sobre el paradero de Luke.

- Se ha ido Leah.

- ¿Pero, por qué? – se escuchaba demasiado sorprendida.

- Porque su labor ha llegado a su fin, he completado mi preparación y Eleazar solo estaba estancado aquí conmigo.

- Pero, es un ángel de la guarda, bueno, nunca había escuchado que el protegido le expresara al ángel de la guarda que lo dejara, es extraño.

- No soy cualquier humano bajo protección Leah, soy un arconte, soy el último arconte del universo – me escuchaba tan segura, que de no haber sabido mis verdaderas intensiones me hubiera creído.