Negación

Capítulo 3

Desperté en mi cuarto, sintiéndome extremadamente desorientada.

Qué me ha pasado y por qué a pesar de todo sentía tranquilidad y paz.

- ¿Cómo te sientes?

- Estoy bien Caleb, no ha sido nada.

- Cómo no ha sido nada, si Eleazar ha llegado contigo en brazos inconsciente. ¿De nuevo no te alimentas bien?

- No, ya no hago eso. Sabes que he mejorado.

- Será mejor llamar a un doctor.

- Si me permites, yo puedo hablarle a mi tío, es doctor, vendría enseguida.

- Super bien Eleazar, muchas gracias.

- No hay problema.

Luego de ser revisada por el tío de Eleazar, quien resultó ser igual de amable que el, me recetó descanso solamente, al parecer estaba teniendo días muy estresantes que ponían mis emociones al límite, pero eso no era algo que extrañara a nadie, hace unas semanas una gran parte de mi había muerto.

A la mañana siguiente encontré a Eleazar nuevamente en la cocina al bajar.

- Buenos días.

- Buenos días, ¿cómo te sientes hoy?

- Mucho mejor - era verdad, logré descansar al fin, sin tener ninguna pesadilla.

- ¿Nos vamos? - me preguntó Eleazar.

- Vamos.

Mi hermano iba en su auto a la universidad mientras Eleazar y yo caminábamos a la escuela, en su defensa, el odiaba caminar, yo no entendía como era tan atlético si aborrecía caminar.

-Entonces Anya, enviada de Dios.

- Debo creerte, no he tenido tiempo de investigarlo.

- ¿Dudas de mí?

- Dudo de mi misma...

- No digas eso.

- Lo siento, soy un poco desconfiada.

- Y, cuéntame, ¿por qué psicología?

- Lo haré si me cuentas, ¿por qué leyes?

- Me parece interesante, es un estilo de justicia muy interesante por medio de palabras y frases prescritas por los mismos humanos. Es curioso, como se puede creer que algo es correcto o incorrecto por el simple hecho de que cierto grupo de personas así lo decidió en su momento.

- Que curiosa forma de ver una carrera.

Habíamos llegado, estábamos cruzando los campos de deportes.

- Ahora, dime tú, ¿por qué psicología?

- Porque las personas necesitan sanar, creemos que centrarnos en la salud del cuerpo, en la obtención de dinero o en la recreación harán que sanemos, pero la gente no ha entendido que, para poder estar bien primeramente se necesita sanar la mente y el espíritu.

- Interesante, deseas ayudar a los demás.

- Es mi propósito, pero creo que eso es lo que impulsa a todos los que estudian una carrera que va dirigida a personas.

Jajajajaja, eres infantil, ridícula y extraña.

- ¿Escuchaste eso?

- ¿Escuchar qué?

- No, nada, olvídalo.

- ¿Te acompaño a tu salón?

- No gracias, ya has hecho bastante.