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—A veces envidio al vejestorio.— la voz de Lucifer ya no era divertida, no había burla. Era más bien como la voz de un hombre derrotado.

—¿Por qué?— la pregunta se escapó de mis labios, delatando mi yanto por la voz rota.

—Porque al final, es él quien tiene la última palabra.—un nuevo suspiro escapó de sus labios, pero mantuve mi mirada en el suelo.— Delante de mí no tienes que aparentar que no recuerdas tu vida humana, o que no estrás hablando con JungKook, ¿se llama así verdad?— el shock que me produjeron aquellas palabras me obligaron a levantar la cabeza y, con mis ojos tan abiertos que dolían, mirar a uno de los creadores.

¿A caso algún otro Ángel de la Muerte nos había escuchado cuando hablé de ello con los hermanos de Kook?, ¿tal vez me habían visto hablando de él o rondándole mucho?

—No te asustes Mía, ¿por qué crees que tus recuerdos están intactos?— la duda y el pánico me inundaban cada vez que Lucifer abría la boca.— El vejestorio no comete errores cuando crea algo.— eso era bastante cuestionable a decir verdad.— Sin embargo, ¿no te es curioso que tu tengas ese fallo?

—Es raro, sí.— negárselo ya no serviría de nada.

—A decir verdad os estuve observando de cerca en vuestra vida pasada.— eso me incomodó bastante.— Y para ser honestos quería que ambos pudierais disfrutar de una buena vida juntos en vuestra próxima vida, pero Dios se enfadó ya que JeonGguk había roto todas y cada una de sus preciosas reglas, así que decidió castigaros a ambos.— apreté mis dientes con impotencia.

—Y se supone que él es el salvador, venga ya.— aquellas palabras escaparon de entre mis labios casis sin darme cuenta, sin embargo ya me encontraba en un punto en el que arrepentirme de mis propias palabras sólo me harían sentir peor conmigo misma.— Espera un momento.— interrumpí sus palabras antes de que escaparan, necesitaba aclarar un par de cosas.—¿Me estás diciendo que si recuerdo mi vida como humana es porque tú así lo hiciste?— asintió, con el rostro más serio que nunca creí poder ver en alguien como Lucifer.

—Puedes estar tranquila sobre eso, Dios no sabe que jodí su trabajo, — era irónico, por mantener mis recuerdos, era considerada un error ahora.— también debo decirte que he sido yo quien se ha encargado de que no te alejaras demasiado de él cuando le encontraste.

—Gracias.— era algo que debía agradecer sí o sí, Lucifer de alguna manera me había estado ayudando desde el minuto uno.—Pero, ¿por qué me has llamado entonces?

—Bueno, esto es algo más difícil de decir y espero que lo entiendas.— no pude evitar preocuparme por aquellas palabras, ¿qué se supone que debería entender?— JungKook morirá dentro de poco, no puedo decirte cómo ya que eso sólo Dios lo sabe, — di dos pasos hacia atrás, ¿cómo que Kook moriría pronto?, ¡el a penas tenía veintitrés años por Dios!— debes encontrar una forma de ser castigada poco después de que él muera, sólo así podré cumplir con la promesa.

¿Promesa?, ¿qué puta promesa?

—Espera. ¿¡De qué promesa estás hablando y pirqué debo dejar que JeonGguk muera!?— ya no sabía no como me sentía, era una mezcla tan grande de sentimientos y emociones encontrados y mezclados que no lograba definirlos.

—Es una promesa que hice con vosotros en vuestra primera vida, no tienes de qué preocuparte. Sólo haz lo que te he dicho y actúa como lo has hecho hasta ahora. Ya he hablado con los hermanos de Gguk, así que pronto os volveréis a encontrar todos.

El regreso de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora