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Cuando los chicos aparecieron frente a mí, lo único que pudo llamar mi atención fue la expresión de sorpresa de JungKook, quien mantenía sus ojos y boca abierta.

¿A caso podía verles?, ¿o tal vez había logrado verme a mí?, puede que incluso pudiera vernos a los siete; pero una sensación extraña me advertía que no me hiciera ilusiones.

—¿Ellos fueron mis hermanos cuando era un Ángel de la Muerte?— señaló hacia los chicos que se encontraban a mi espalda. Lo que me confirmó la primera pregunta que acababa de hacerme a mí misma.

—Así es, ellos son Jin, — comencé por el mayor de todos.— YoonGi, Nam Joon, HoSeok, Jimin y TaeHyung.—les fui señalando uno a uno. Quería preguntarle si también me veía a mí, pero no quería romper el momento que se acababa de generar.

Aquellos seis chicos por fin se estaban reuniendo con su hermano, que fue castigado debido a sus acciones al intentar protegerme y vengarme en nuestra vida anterior. Todos tenían lágrimas en los ojos, con expresiones devastadoramente dolorosas. Me sentí envidiosa durante un momento, ya que el vínculo que habían formado los siete durante más de tres mil años era algo a lo que yo nunca podría ni si quiera acercarme, sobre todo teniendo en cuenta cual iba a ser nuestro final en aquella vida.

—Wow, ¿es normal que pueda veros?— mis ojos viajaron entre los chicos y JungKook, sin saber muy bien qué debía responder ante aquella pregunta y, sobre todo por la necesidad de aguantar aquella duda que me estaba atormentando.

—A ver, siendo sinceros, — YoonGi, quien era el que más calmado se notaba de todos, fue el primero en hablar, y me sorprendió el hecho de que, a pesar de tener los ojos encharcados en lágrimas, utilizara un tono jocoso.— lo normal es que no pudieras vernos u oírnos.

—Cierto.— JungKook se rió durante unos instantes, antes de volver a hablar.— ¿Pero porqué sigo sin poder ver a Mía?— al final la única respuesta que quería salió al aire, confirmándome lo que más me temía.

JungKook seguía sin poder verme, a pesar de que sí que podía ver a los demás, estaba bastante celosa de los chicos, deseaba más que nada que pudiera verme, no quería seguir sintiendo que, cuando ambos manteníamos una conversación, él sintiera que realmente sólo le estaba hablando al aire.

—Mía, ¿sigues aquí?— supuse que mi silencio le había preocupado.

—Sí, no te preocupes, — para ser honesta sólo podía abrazarme a mí misma en aquel momento, no quería ponerme a llorar por que JungKook no podía verme. Aquella era una razón de lo más estúpida para llorar, sobre todo después de lo mucho que ambos habíamos sufrido ya.— pero lo importante aquí es otra cosa.

JungKook se recolocó a sí mismo en su cama, y rápidamente pude ver que nos estaba prestando completa atención.

Miré a Nam, ya que no sabía si debía ser yo quien diera la noticia, o si sería mejor que lo hiciera alguno de ellos, sin embargo la mirada que me dirigió me confirmó que debía ser yo quien le contara aquello, incluso si no estaba demasiado de acuerdo.

—Uno de los creadores nos ha convocado a todos.— mis palabras salieron temblorosas, y la mirada de JungKook demostró que no sólo lo que había dicho, sino que mi tono de voz le habían preocupado.— Lucifer nos ha dado instrucciones. — no tenía ni idea de cómo debía explicar algo como aquello.

—¿Qué os ha dicho?, ¿va a castigaros?— JungKook se levantó de un salto de la cama.

—No, no es así. — cerré los ojos y cogí aire lo más profundamente que pude, necesitaba contarselo, me gustase o no.— Lucifer nos está ayudando, quiere que los dos seamos felices, pero hay dos condiciones para poder conseguirlo.

—Haré lo que sea, dímelo.— Parecía desesperado, miré a sus hermanos pero ninguno parecía tener la intención de hablar.

Por un momento me pregunté para qué les había llamado aquí si ellos no pretendían abrir la boca en lo más mínimo, ni si quiera se habían acercado a él.

—Morirás dentro de poco, tras ello, yo deberé encontrar una manera de que me castiguen y Lucifer se encargará de lo demás.— mi mirada estaba centrada en el suelo, no sabía que más decir, y no quería ver tampoco la expresión que tenía él.

Acababa de decirle a un humano, a JungKook, la persona que más había amado a lo largo de tres vidas, que el momento de su muerte llegaría más pronto que tarde.

No era algo de lo que me sentiría orgullosa.

El regreso de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora