El regreso de la Muerte.

3

Antes de poder llamar a aquellas personas, a las que supuestamente había conocido siendo una humana un tirón me hizo desaparecer.

Tenía demasiadas dudas sobre todo lo que estaba pasando, ¿porqué recordaba mi vida humana si supuestamente no debía ser así?, ¿porqué gran parte de mis recuerdos estaban borrosos? Quería encontrar una respuesta sincera a todo aquello y descubrir qué demonios estaba pasando.

Pero debía cumplir con mi trabajo, sólo que esa vez, no tardé tanto como lo hice con Hye, tenía tantas dudas en mi cabeza que necesitaba darme prisa para poder encontrarme de nuevo con Tae. 

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—TaeHyung.— susurré un par de horas después, al parecer esa llamada no fue sólo para mi, pues cuando llegué al lugar había una docena de Ángeles de la Muerte en el mismo lugar trabajando. 

El trabajo había sido más largo de lo esperado.

El nombrado apareció junto a mí a penas unos segundos después, con la sonrisa aún intacta en su rostro.

—¡Por fin has terminado!, llamemos a los demás.— empezó a nombrar gente y, aunque los nombres me sonaban no lograba recordar a ninguno con claridad. Segundos después pasamos de ser tan solo dos Ángeles de la Muerte a ser siete. 

Sus rostros me resultaban conocidos, pero nuevamente no lograba reconocer o recordar nada con la suficiente claridad. Las expresiones de aquellos seis chicos variaban en demasía, algunos parecían tristes, otros felices y otros incluso cabreados por alguna razón que, seguramente, tuviera que ver conmigo.

No me hacía falta ser muy espabilada para darme cuenta de ello, aunque realmente no tenía ni la menor idea de porqué, ¿tal vez por algo que hice mientras fui humana?, pero si era así, ¿cuál era la razón para que estuvieran cabreados conmigo?, al fin y al cabo yo ya había muerto.

—Esto tiene que ser una puta broma.— la voz de un chico de piel pálida me sacó de mis pensamientos, centré mi vista en él; un pequeño dolor de cabeza me atravesó antes de recordarle. —¿En qué demonios están pensando los creadores?— YoonGi era uno de los que mantenían esa expresión de odio y me sorprendió en sobremanera que no llamase padres a Dios y a Lucifer, igual que siempre lo hizo.

—¿Por qué nos has traído aquí Tae?— esta vez habló un chico más delgado y alto, su nombre llegó en seguida a mi memoria, junto a numerosos recuerdos, HoSeok a quien recordaba sonriendo siempre ahora estaba serio sin mostrar su hermosa y comúbn sonrisa de corazón.—El hecho de que los creadores hayan convertido a Mía en un Ángel de la Muerte no significa que queramos estar con ella, no después de aquello.

Fruncí levemente el ceño, debí haber hecho algo realmente malo antes de morir para que me odiasen con tantas ganas, pero por más que me esforzaba sólo conseguía recordar a aquellos chicos, nada más.

—Es importante chicos, de verdad, tenéis que escucharme.— Tae sonaba algo ansioso por la situación, también parecía bastante desesperado por conseguir la atención de los demás.—Mía aún recuerda su vida humana, — las expresiones de todos cambiaron de golpe y me resultaron indescifrables, sus miradas se posaron en mí, que aún permanecía en completo silencio. — a ver, no lo recuerda todo, algunos de sus recuerdos están borrosos, pero puede recuperarlos.

Nam Joon me miró con cierta ilusión bailando en sus ojos que, al mismo tiempo, era opacada por una preocupación agobiante. Tal vez Nam sólo quería creer en las palabras de Tae, o que yo se lo confirmase.

—Eso es imposible Tae; los creadores nunca cometerían un error como ese.— Jimin estaba más ansioso que nada, ni si quiera parecía querer creer en sus palabras. 

Tal vez era el momento para hablar y confirmarlo todo.

—Chicos, realmente os recuerdo a todos, igual que parte de mi vida.— sus ojos se abrieron como platos mientras Tae simplemente sonreía con ilusión.— No sé muy bien lo que está pasando, pero si es cierto que algunos de mis recuerdos están borrosos, aún sé que alguna vez fui humana y que conviví con vosotros durante una corta temporada. 

Intenté explicarles la situación lo mejor posible, con pros y contras, pelos y señales; hice lo máximo que tuve en mi mano para responder a sus preguntas durante una larga conversación, sin embargo Jin no cambió su ceño fruncido en ningún momento y podría haber jurado que tenía un grito lleno de reproche estancado en su garganta que luchaba por escapar y que, seguramente, iba dirigido en mi contra.

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Hola mis personitas!

Sé que esta novela la estoy subiendo cada mil años y os pido mil disculpas por ello. La universidad me tiene hasta arriba con entregas y trabajos de lo más largos. Al parecer Bellas Artes es una carrera de bastante presión y tareas constantes.

No os voy a mentir, sabía que la universidad iba a presionarme bastante, pero no pensé que cada semana tendría una media de tres entregas, cada una más compleja que la anterior, así que os ruego un poco de paciencia conmigo <3.

Sin más espero que os esté gustando y cualquier duda o teoría que tengáis sed libres de comentarlas que me hace mucha ilusión leeros.

Nos leemos!