Capítulo siete: La palabra con "C"

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Algunos meses atrás Naruto entraba a su apartamento, tranquilamente después de unos días fuera de la aldea, por una misión pasó a un bar a intentar tomar algo, pero solo pidió una bebida, y optó por regresar a su adorada casa, cansado y un poco adolorido.

—Lo mejor será que al llegar me acueste, en serio estoy agotado ttebayo —hablaba con su subconsciente y esperando que al menos Kurama dijera algo.

Luego de esto entró a su apartamento, dejó las llaves en la entrada, caminó por la sala, llegó a su dormitorio y cayó a la cama, pero se sintió inusual. Cada vez se sentía más cansado, y se estaba mareando, de pronto empezó a ver luces en el techo, se sentía como en un sueño, no se podía mover, escuchaba cosas y casi se quedaba dormido de golpe. Algo era seguro él no estaba bien. Todo empezó después de...

—C-c-cuá-á-á-ndo s-s-sa-l-l-í... B-b-ba-ar —le costaba hablar también, y de pronto vio una silueta entrar a su habitación era... era difícil saber quién era, tan sólo saber... Si era mujer o un hombre.

— ¿Q-q-ui-é-én, e-r-r-res? —dijo Naruto.

—Soy yo... Naruto, ¡tu esclava sexual!... —exclamó la chica, ya que lo dijo en femenino.

—Ve-e-te —fue lo que apenas pudo pronunciar, fuertemente para él, pero tal vez sólo balbuceó.

Ella se quitaba la ropa, era probable que se estuviera quitando eso ¿o era pura imaginación? No sabía quién era, menos que hacía.

— ¿El-l-l-a m-me d-r-ro-g-gó? —pensaba en voz alta.

— ¿De qué habla amo Narut-ooo? —pronunció.

La chica le daba un par de besos en la mejilla, boca, en el cuello, ella deslizaba sus manos por dentro de su camisa, rozando sus pezones y cada vez acercándose peligrosamente a su entrepierna, no tocaba, pero no faltaba mucho ¿Acaso esta chica lo quería violar? ¿él podía despertar tanto deseo en una mujer? Estas y más cosas se colaban sobre la mente de Naruto, tenía que hacer algo, simplemente su cuerpo no le respondía a nada, no tenía buena visión, no podía hablar, no podía moverse. La chica empezó a quitarle la camisa y susurraba cosas, aunque él no entendía, ella le empezó a bajar el pantalón a tocarle esa... parte por encima del bóxer. Finalmente pudo moverse y dio un giro torpe, pero se movía, poco a poco él sentía como se disipaba el efecto que tenía encima.

La chica empezaba a asustarse, se suponía que él no podría ni moverse, sin embargo, estaba encima del héroe de la 4ta. Guerra Mundial Ninja, lo hacía lento, torpe, pero se movía.

— ¿Q-qui-ién dem-o-n-ios eres? —le dijo más serio y reponiéndose de la droga pudo ver un poco mejor a su agresora, por ser oscuro no veía quién era, pero sabía que estaba despertando.

La chica estaba asustada y sorprendida, sí él la llegaba a tomar ella estaría muerta, él era un ninja de alto rango ¿qué haría ella siendo sólo una aldeana?

— ¿P-por qué haces esto ttebayo, ¿me quisiste drogar? M-más bien lo hiciste —Naruto se sentó.

Estaba aterrada, Naruto claro no le haría daño, pero le daría un pequeño susto para que no lo intentara de nuevo.

—Ambos sabemos que sólo nos encontramos tú y yo —dijo amenazante.

—Sí querías estar conmigo a solas para que te hiciera algo, sólo tenías que decirlo, ttebayo.

— ¿Naru... tú, estás, hablando en serio? —dijo la chica sentada, muy alegre...

—Claro. ¡Claro que no!, cómo se te ocurre drogarme y luego querer tocarme, nunca te han enseñado, respeto... ¡Algo mujer! lo que hiciste estuvo muy mal, sabes que pudiste haberme matado con la droga ¿tienes idea de cuantas cosas pudieron haber ocurrido? Vete por favor.

El Amor y sus EncaucesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora