El Amor y sus Encauces

Capítulo diez: Las Apariciones Del Rinnegan

— ¡Demonios Sasuke! me asustaste, un poco más y te hubiera matado.

—Perdón por eso —respondió Sasuke—. Al final ¿viste la carta?

—Sí, es complicada ¿no? —dijo ella.

—Ya lo creo (mientras se reía un poco) ¿quieres dar un pequeño paseo? mientras hablamos de esto.

—Claro, contigo siempre Sasu-kun —mientras se acurrucaba en el pecho de Sasuke.

Saltaba con Sakura en brazo para ir a un lugar especial, el mirador, dónde se podía apreciar toda la aldea y era bastante tranquilo, poca gente pasaba por ese lugar en la noche, por el frío que había a tal altura, pero Sasuke tenía todo arreglado, pérfido de él, era una cena intachable.

— ¿Qué es esa luz que hay en el mirador? —preguntó Sakura.

—Adónde vamos —afirmó él Uchiha.

Mientras se pararon y Sasuke bajó a Sakura, quién vio un camino de velas, el toldo que cubría la mesa del centro.

— ¿Por qué me traes aquí? Sasuke esto lo hiciste ¿tú? —inquirió Sakura con un rostro incrédulo.

Abrió Sasuke la entrada mientras hacía un ademan con su mano, en señal que entrara, luego pasó él cerrando. Abrieron los platos y Sakura ya hambrienta porque igual que las demás chicas por tanto hablar se les olvidó comer algo.

—Sasuke y ¿por qué hiciste esto? —dijo Sakura de pie viendo lo que la rodeaba.

—Verás, según sé, esto es algo romántico, por eso —dijo Sasuke.

—Sí lo es, pero es extraño de ti. Algo así como un elefante caminando sobre una cuerda floja y tocando una flauta con su trasero, ¿no crees?

—Vamos, tú sólo haces más complicadas las cosas, solamente creo que no hago bien las cosas, por eso intento hacer lo mejor que puedo contigo —dijo Sasuke con su mirada caída sosteniendo la silla fuertemente—. No sé de dónde sacó esa estupidez del elefante, pero no estuvo mal —pensó, manteniendo a margen su risa.

—Ok, entiendo yo sólo decía.

Y estuvieron en silencio un momento donde sólo se escuchaban los cubiertos chocar con los platos, luego de pensar un poco que decir y que no molestara a Sasuke dijo Sakura:

— ¿Cómo... lo hiciste?

—Vaya, qué pregunta... Verás...

Estaban los chicos reunidos una noche antes de la fiesta hablando y en un momento donde estuvieron solos, Sasuke le comentó a Naruto de lo que quería hacer con Sakura en la fiesta, llegando a sincronizar lo de los pétalos y el baile, a lo que Naruto también le menciono de una idea.

—Yo he pensado en llevar a una chica a cenar, qué tal si llevas a Sakura a una cena "romántica" en la noche.

—Hmp ¿pero por qué?

—Para ser romántico teme —dijo Naruto.

—Hmp, creo que no es tan mala tu idea, pero ¿cuándo? —preguntó el azabache.

—Cuándo quieras baka, tú decídelo —dijo el rubio.

Luego de esta idea, en la mañana donde hablaban de la carta, pensó usar de pretexto esto para ir a cenar, no se lo dijo porque no sabía sí lo haría, al final decidió ir con unos tipos que conocía de un restaurante, que por suerte estaban a punto de cerrar porque ellos ofrecían comidas a domicilio.

—Oigan no cierren —dijo el azabache a unos metros del local.

—Lo siento amigo, ya es hora —dijo uno de los tipos del restaurante.