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-Gastro-vascu-lar- Susan y Peter jugaban...no lo sé, era tan absurdo y aburrido que no entendí de que se trataba.
Tomaba un vaso de leche y miraba a Edmund destruir una silla.
-Vamos Peter, Gastrovascular-
-¿Es del latín?- preguntó
-Si-
-Y significa "el peor juego jamás inventado"- habló Edmund y perdón, me reí.
-Vamos a jugar a las escondidas- propuso Lucy
-Pero estamos jugando algo muy divertido- dije, Susan me miró mal y le sonreí con inocencia.
-Peter, por favor- pidió la Pevensie menor -¿podrías?- hizo una cara tierna
-uno, dos, tres, cuatro...- comenzó a contar.
-¿Que hacen?- Edmund con mal humor rodó los ojos
-cinco, seis, siete, ocho...-
-¡Levántate tonto!- tomé su mano y comencé a correr con el.
-nueve, diez, once...-
Todos tomaron diferentes caminos buscando un escondite. Edmund, Lucy y yo nos encontramos en el mismo lugar e intentamos escondernos en las cortinas, pero Edmund fue más rápido.
-¿Que haces? Vete- le dijo a su hermana y ella se fue bufando, pero yo no.
-¿Por qué eres tan grosero Edmund? ¡Pareces un viejo divorciado!- Como mi vecino, el señor Williams. Una vez, tiré una pelota a su jardín y fue a decirle a mis padres. Ninguna persona puede llegar a ese tipo de amargura, o al menos eso pensaba antes de conocer a la señora Macready.
-¡Ese no es tu problema!-
-Quítate- me metí entre las cortinas.
-¿Que haces? ¡Yo llegue primero!-
-No me importa- sonreí.
-Me van a encontrar por tu culpa-
-¿Sabes que?, ya me voy, eres insoportable-
-¡No!- gritó en un susurro y me tomó de la mano. Si no me suelta se la arrancaré.
Noté que se puso rojo y yo comenzaba a incomodarme. -D-digo, nos van a encontrar- Edmund actuando como un rarito.
