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Ahora tengo como cuarenta años. Qué gran giro de la trama. Bueno, lo siento. Hemos pasado muchos años en Narnia, ya no soy la misma niña que entró a un armario con anímales parlantes. Pero mi cabello sigue igual de increíble y fuerte que mi odio hacia Ed. Bueno no, bueno si. No es que nos odiemos, más bien...hemos aprendido a tolerarnos. Aunque me sigue pareciendo el mismo niño odioso de siempre.
Cabalgábamos tras un hermoso ciervo.
-¿Estas bien, Philip?- preguntó Edmund cuando su caballo dejó de avanzar.
-Ya no soy tan joven como antes- Respondió cansado.
Regresamos con Edmund cuando nos dimos cuenta que no estaba a nuestro lado.
-¡Vamos, Ed!- le dijo su hermana, Susan.
-Estoy recuperando el aliento-
-Así se nos va a escapar- Hablé.
-¿Qué dijo, Aurora?- preguntó Lucy, burlonamente.
-"Esperen en el castillo, yo cazaré al ciervo"-Dije haciendo una voz grave.
Reímos.
-¿Qué es esto?- habló finalmente Peter, y se acercó a algo que parecía ser un farol. Los demás también bajamos de los caballos.
-Parece familiar-
-Como un sueño...o el sueño de un sueño- Dijo Lu -¡Bitación!- Ella corrió.
-¡Lucy!-
-¡No otra vez!- susurró su hermana.
La menor de los Pevensie, nos guió hacia unos árboles. Sentí el roce de una tela en mi mano.
-Estas no son ramas- dijo Peter.
-Son abrigos- Susurré.
-¡Aurora, me estás pisando!- Se quejó.
-¡Peter, quítate!-
-¡No te estoy pisando!-
Caímos al suelo de...¿madera?
Observé mi cuerpo, ya no era igual. Volví a hacer una niña. Mi vista se dirigió a los hermanos a mi lado, todos volvieron a ser niños, justo como ese gran día.
-¿Significa que tendré que pasar la pubertad otra vez? Demonios- me quejé.
El profesor Kirke entró a la habitación -¡Oh! Ahí están ¿Qué estaban haciendo en el ropero?-
-No nos creería si se lo dijéramos, señor- respondió Peter.
El hombre le lanzó la pelota con la que habían roto la ventana. -Ponme aprueba-
Les dije que este viejo me parecía raro; sin ofender.
