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Un pájaro que se posó en un árbol llamó nuestra atención, salimos de el lugar y nos acercamos.
-¿Ese pájaro nos dijo "psss" ?-preguntó Susan
Avanzamos despacio. De la nada salió un castor.
-Es un castor- dijo Lu.
-Aquí ven, ven amigo- le llamaba Peter como si se tratase de un perro.
-No voy a olerte, si eso es lo que quieres- A este punto no me sorprendería si dijeran que Edmund es un castor y nos pusiéramos a bailar con trajes rosas y arcoíris. "Edmund el castor. la película"
-Lo siento- Lucy se soltó a reír y yo también lo hice, pero parecía una loca y paranoica. Lo soy, pero ese no es el punto.
-¿Lucy Pevensie?- llamó el castor, la pequeña dejó de reír.
-¿Si?-se acercó a el animal y este le dio un pañuelo -es de el Señor...-
-Tumnus. Me lo dio antes de que se lo llevaran-
-¿Está bien?-
-vengan conmigo- el castor corrió.
-¿Que están haciendo?-
Suspiré
-Siguiendo a un castor parlante, el pan de cada día- respondí comenzando a caminar.
-¿Como saben que no nos está engañado?- Dijo Edmund.
-Tal vez tenga comida- contesté.
-y dice que conoce al fauno- habló Peter
-Se supone que no debería decir nada, es un castor-
-Edmund igual, y sabe hablar- me miraron raro -No se por qué dije eso-
Por obra del destino...y por la insistencia de su servidora, Seguimos a el Castor que habla.
-Rápido, no quiero que anochezca aquí en el bosque- Hablaba el animal
Creo que nunca había caminado tanto en mi vida, si había comida valdría la pena. El sol comenzaba a ocultarse entre los árboles. Y entonces, llegamos a una pequeña madriguera.
-¡Vaya, Parece que mi señora ha preparado té, les vendría bien algo caliente-
-Que linda presa- alagamos Lucy y yo.
-Ah, no es mucho en realidad, le faltan detalles, será un buen negocio cuando esté lista-
-¡Castor! ¿Eres tu? ¡Estaba muerta de preocupación! Si descubro que estuviste con tu amigo el tejón- La señora castor se percató de la presencia de los humanos -Oh, no pensé que viviría para este día, mira mi pelo, ¡ni me diste ni diez minutos para arreglarme!-
-No estarías lista aunque tuvieras un mes- le dijo su esposo, haciéndome reír.
-Pasen, les daré algo de comer.- Dios, la amo señora castor.
-Te lo dije- Le susurré a Edmund.
-Cuidado, pisen con cuidado-
Me quedé admirando las montañas con Edmund a mi lado.
-Hermoso paisaje, ¿cierto?-habló el Castor
-Si, es increíble- contesté amable.
Adentro todos se encontraban hablando.
-¿Podemos hacer algo para ayudar al señor Tumnus?- Preguntó Peter.
-Debe estar en el castillo de la bruja y ya sabes lo que dicen. Solo algunos han cruzado sus puertas y vuelto a salir-
La señora castor interrumpió -Tu comida...pero hay esperanza querida, mucha esperanza- miró acusadora a su esposo-¿verdad?-
-Oh si, y más que esperanza, Aslan, está en camino- ¿Aslan es otro castor?
-¿Quien es Aslan?- preguntó Edmund.
El castor rió -¿Quien es Aslan?, ¡Que gracioso eres!- su esposa lo miró mal -¿Que?, ¿no lo sabían?-
-Bueno, no hemos estado mucho tiempo aquí- respondí comiendo la sopa que la castor me había dado.
-Es el guardián del bosque, el gran jefe. El verdadero rey de Narnia-
-Estuvo ahúsenme mucho tiempo-
-Pero ha vuelto y los está esperando en la mesa de piedra- Esperen, ¿Dijo "Los"?
-¿Nos está esperando?- preguntó Lucy.
-¡No puedo creerlo! ¡Nunca oyeron de la profecía!-Le dijo incrédulo a su esposa.
-Entonces diles-
-El arresto de Tumnus, la policía secreta, todo está pasando por ustedes- Me recordaba a mi tío Went, siempre quejándose del gobierno.
-¿Nos culpan de eso?- preguntó Susan
-No, no los culpamos, todo lo contrario-
-hay una profecía, "cuando el hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos se habrán ido"-
-Oiga señor, eso no rima- le dije tratando de no reír.
-Lo se, pero eso no es lo más importante-
La castor habló -una leyenda dice que dos hijos de Adán y tres hijas de Eva, derrotarían a la bruja blanca y devolverían La Paz a Narnia
-¿y creen que somos nosotros?- pregunté terminando mi sopa.
-Pues más les vale que lo sean. Aslan está preparando su ejército-
-¿Nuestras tropas?- Estoy confundida.
-Nuestras madres nos enviaron lejos para evitarnos una guerra y ahora estamos en otra- le dijo Susan a Peter.
-No, cometen un error. No somos héroes- explicó el mayor a los Castores.
-Somos de Finchley...gracias por su hospitalidad, pero ya tenemos que irnos-
-¿Por qué?, no se vayan-
-Tienen razón- Apoyé.
-Hay que ayudar al señor Tumnus- dijo esta vez Lucy
-Está fuera de nuestro control, lo siento. Pero los cuatro tenemos que irnos-
Miré junto a mí y luego a todos lados, Edmund no estaba aquí.
-Oigan ¿y Edmund?-
-¿Ed?...lo mataré- Dijo Peter.
-Tal vez no sea necesario, Edmund ya había visitado Narnia anteriormente-Habló el castor con un tono que me hizo estremecer angustiada.
Salimos de la madriguera y tratamos de correr al palacio de Jadis.
Admito que estoy preocupada por Edmund. Y demasiado, más de lo que me gustaría.
