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-Ya no necesitarán abrigos, querida- me dijo la Señora Castor.
Volteé hacia el bosque, toda la nieve se estaba derritiendo, los árboles dejaban a luz sus hermosas flores y el verde pasto también. Esa es la verdadera Narnia y es hermosa.
Los Pevensie, mis compadres castores y yo seguimos caminando hasta llegar a un campamento lleno de animales, centauros, faunos y minotauros.
-¿Por qué se nos quedan mirando?- preguntó Susan
-Quizás creen que te ves rara- Le contestó su hermana menor.
Un centauro se nos acercó.
-Venimos a ver a Aslan- Peter alzó su espada.
De la carpa del fondo salió un León, con una melena brillante. Y todas las criaturas se hincaron ante el. Incluyendo nosotros.
-Bienvenido Peter, hijo de Adán, Bienvenidas, Susan, Lucy y Aurora, hijas de Eva. Y bienvenidos sean ustedes, Castores. Les doy las gracias. ¿Pero donde está el cuarto?- un nudo se formó en mi garganta.
-Por eso estamos aquí, señor. Necesitamos su ayuda- le dijo Peter.
-Tuvimos problemas en el camino-
-La Bruja blanca capturó a nuestro hermano-
-¿Lo capturó? ¿Cómo puede ser?-
-El...los traicionó, su majestad-
-¡Entonces nos traicionó a todos!- habló el centauro
-Paz, Oreius. Seguro qué hay una explicación-
-Es mi culpa en realidad- dijo Peter -Fui muy severo con el-
-Todos lo fuimos- dije por primera vez.
-Señor, es nuestro hermano- dijo Lu.
-Ya lo se, querida. Eso hace que la traición sea peor. Quizá es más difícil de lo que creen-
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Estaba sentada en una roca cerca de el campamento, cuando vi a Aslan acercarse (que, por cierto, no es un castor).
-¿Qué te preocupa, querida?- preguntó.
-Nada, en realidad-
-Bueno, por lo que yo puedo entender tienes cierta preocupación por el cuarto hermano-
-¿Edmund? no, no, él y yo no nos llevamos muy bien-
-¿Segura?- asentí.
-Mira, hay otra profecía. "Entre los reyes de Narnia dos de ellos odiarán, pero ese odio un amor esconderá, almas gemelas diferentes pero iguales en todo sentido, al aceptar sus sentimientos cumplirán su cometido. Destinados a estar juntos hasta la eternidad, el hijo de Adán y la hija de Eva de la misma edad, protegerse será su prioridad" Las profecías pueden cumplirse, o no. Somos nosotros los que decidimos; El destino no puede cambiarse totalmente, pero si modificarse. Si tú decides seguir la profecía, ten por seguro que se cumplirá. Ahora la pregunta es, ¿decidirás con la cabeza o el corazón?-
Bueno, las profecías pueden equivocarse. ¿o no? Digo, Edmund no me agrada. Solo...soy tolerante y empática con la situación.
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Aslan había ido a hablar con Peter y yo me quedé sentada en la misma roca. Entonces, se escuchó el cuerno de Susan.
Corrí junto con otros centauros, pero Aslan nos detuvo.
-No, bajen las armas. Esta es la batalla de Peter-
Pet seguía apuntando al lobo con su espada.
-Quizá creas que eres un rey...pero vas a morir...¡como un perro!-El animal se abalanzó a Peter, pero el lobo se lastimó. Fue corriendo hacia el bosque.
Aslan indicó a los centauros que lo siguieran, pues el los llevaría hacia Edmund.
-Peter, limpia tu espada. Aurora ven-hicimos lo que nos ordenó.
Aslan levantó su pata y habló:
-Levántate Sir Peter, terror de los lobos. Caballero de Narnia y Levántate Lady Aurora, con corazón de fuego. Dama de Narnia.
