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Caspian y los Narnianos nos guiaron a un lugar para poder armar un plan y finalmente acabar con el asunto de los Telmarinos.
-Quizá no sea como lo que tú tenías, pero es defendible- Dijo el príncipe al entrar.
-Peter- llamó Susan desde un pasillo -Esto te puede interesar-
La seguímos; en una piedra estaba pintado con mano propia el día de nuestra coronación. Justo a la perfección, incluso tenia correctamente la vestimenta que portábamos ese día.
-Somos nosotros- Dije.
-¿Qué es este lugar?- preguntó Lucy.
-¿No lo sabes?- preguntó extrañado Caspian.
-Por eso preguntó, principito- Hablé recargada en la pared.
Sentí la mirada de Edmund a mi lado.
-¿Qué?- Susurré hacia el.
-Nada-Respondió, con la mandíbula apretada.
Caspian -como ya era costumbre- nos volvió a guiar hacia otra parte de ese lugar. No podía recordar nada, pareciera que nunca hubiera venido a Narnia en mi vida. En ese lugar estaban aún más imágenes talladas de nosotros y de Aslan. Bajé la mirada cuando divisé en una de las imágenes a Edmund y yo tomados de la mano.
"Entre los reyes de Narnia dos de ellos odiarán, pero ese odio un amor esconderá, almas gemelas diferentes pero iguales en todo sentido, al aceptar sus sentimientos cumplirán su cometido. Destinados a estar juntos hasta la eternidad, el hijo de Adán y la hija de Eva de la misma edad, protegerse será su prioridad"
Dejando a un lado mis pensamientos fuera de lugar. Seguí avanzando, tratando de recordar.
En frente de nosotros estaba la mesa de piedra en la que años atrás habían sacrificado a Aslan antes de la guerra.
-Debe saber lo que hace- Habló Lucy, refiriéndose al León.
-Ahora todo depende de nosotros-
[[...]]
- Los hombres de Miraz ya vienen en camino. Ésos hombres no están protegiendo su castillo- Decía Peter
-¿Qué propone, su Majestad?-
-Necesitamos prepararnos- -Planear...- Dijeron Peter y Caspian al mismo tiempo, creando una atmósfera incómoda.
