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-¡Edmund!- Gritamos Lucy y yo. Formando un eco escalofriante.
-¡Las van a oír!- nos susurró gritando el castor.
Peter trató de correr hacia el castillo de hielo pero el animal lo detuvo.
-¡Déjame!-
-Estas haciendo lo que ella quiere-
-¡No podemos dejarlo!- gritó Susan.
-¡es mi hermano!- dijo Lucy
-¡Es el señuelo! ¡La bruja los quiere a los cuatro!-
-¿Por qué?- pregunté.
-Para impedir que se cumpla la profecía, ¡para matarlos!- nos miramos entre nosotros asustados.
-Todo esto es culpa tuya- le dijo Susan a Peter
-¿Culpa mía?-
-¡Esto no hubiera pasado si me hubieras escuchado en primer lugar!-
-Sabias que esto iba a pasar-
-¡No sabia que iba a pasar!, ¡Pero deberíamos habernos ido!- Dios, no es momento.
-¡Dejen de pelear!- les grité.
-Esto no va a ayudar a Edmund- dijo Lucy.
-Tiene razón- Habló el castor -Solo Aslan puede ayudar a su hermano ahora-
-Entonces llévanos con el- le contestó el mayor.
[[...]]
Caminábamos de vuelta a la casa de los castores. Mordía mis uñas con impaciencia. Nos percatamos de que nos seguían unos lobos. Aceleramos el paso con prisa.
-¡Corre rápido!, ¡vienen tras nosotros!- le dijo el castor a su esposa
-Muy bien...entonces- ella empezó a guardar cosas.
-¿Que está haciendo?-
-Luego me lo agradecerán, castor se pone gruñón cuando tiene hambre-
