Siempre volveré [Loki Laufeyson] (en edición)

•Capítulo especial I•

El comienzo de Loki y ___.

La joven Stark de dieciocho años se encontraba entrando a la torre, angustiada por el bienestar de su padre, había visto en las noticias a una clase de dios nórdico atacar a su progenitor y a los compañeros de este.

Cuando entró a la sala, encontró al mismo mencionado anteriormente.

—Vaya vaya, qué bonita sorpresa, ¿quién eres, terrana? —dijo con una sonrisa malévola.

Sin embargo, la chica no demostró miedo hacia él, puesto a que había notado en seguida lo roto que estaba ese hombre.

—Soy la hija de Tony. —sonrió— ¿Tú eres el idiota que está causándole problemas a él y a su equipo de locos?

—Deberías mostrar respeto hacia mí, niña. Ten más cuidado en cómo me hablas.

Ella soltó una leve risa, para peor indignación del pelinegro.

—Oye, no te ofendas pero, ¿quién se supone que eres tú?

—Mi nombre es Loki, vengo de Asgard y en mí descansa un glorioso propósito.

—¿Tú glorioso propósito es destruir el lugar donde vivo, matar a mi padre y conquitar el mundo? Eso no es muy rockstar de tu parte. —murmuró burlona.

Se acercó con tranquilidad al pelinegro, quien estaba sorprendido de que la chica no corriera ni demostrara algún temor.

—¿Acaso no ves lo que soy? ¿no me tienes miedo? —preguntó.

La chica notó que su padre había entrado en la torre, suponía que tenía un plan, por supuesto, era Tony Stark. En un movimiento rápido al despiste del dios, revisó su teléfono, era un mensaje de su padre:

"Papá♡: En cuánto diga 'patatas', sales corriendo del lugar, ¿de acuerdo?"

Carraspeó, llamando la atención del pelinegro.

—Pues, déjame decirte, Loki que te veo... ¿Quieres saber lo que veo?

—Por favor, para mí sería un gran honor. —comentó sarcástico.

—Veo a alguien roto, presiento que todo esto, todo lo que haces, es por dolor, Loki. Creo que sólamente necesitas un poco de amor, tienes mucho potencial, no deberías desperdiciarlo con estas cosas... No eres malo, porque sé que muy en el fondo, tienes un buen corazón, sólo está muy herido.

—Yo no tengo un corazón, niñita.

Ella apretó los labios en una sonrisa, tomándole la mano levemente.

—Todos tenemos un buen corazón, Loki. Tú sólamente necesitas a alguien que te haga sentirlo.

En ese momento, intervino el Stark mayor.