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11:30 hrs.
Loki se levantó sintiendo un frío en su cama nuevamente, y entonces supo que la chica se había levantado.
—¿___? —llamó.
—¿Sí? —respondió desde el baño con una risita traviesa.
—¿Qué estas haciendo allá?
—Nada, sólo no te vayas a levantar, ¡quédate ahí! —ordenó.
El dios estaba extrañado pero aún así hizo caso, quedándose en la cama.
—¿Ya?
—¡Cierra los ojos, cariño!
El pelinegro suspiró pesadamente y cerró los ojos.
Sintió como la puerta del baño donde estaba la chica se abría y volvía a cerrarse, indicando que ella había salido del lugar, sintió unos pasos, y la mujer habló.
—Ábrelos.
Hizo lo que se le pidió, abriendo los ojos lentamente, encontró a la chica en uno de esos babydoll cortos que tanto le encantaba que se pusiera, pero este era más pegado al cuerpo haciendo sobresaltar la figura curvilínea de la mortal, siguió recorriendo su cuerpo, y se encontró con que la chica tenía puesto su casco, tragó hondo
Si la chica quería calentarlo, lo estaba logrando a la perfección.
—¿Te gusta?
—Me encanta, te ves muy sexy.
La Stark gateó hasta a la cama, para quedar encima del dios, quien la miraba completamente embobado, intentó poner sus manos en las caderas de la mujer, pero ella con un rápido chasquido mágico, amarró las manos de su novio arriba de la cama, este la miró totalmente confundido.
—Sin tocar.
Loki se indignó.
—¿Qué? ¿cómo que 'sin tocar'? —habló como si acabasen de quitarle un dulce a un niño— Yo te puedo tocar cuando yo quiera, eres mi mujer.
La chica no le respondió, en cambio, comenzó a moverse con sensualidad encima del pelinegro, quien no protestó más, quedando hechizado con sus movimientos, forcejeaba su atadura de manos para poder tocarla, moría por tocarla, pero no podía y se comenzaba a frustrar.
Todo fue perdiendo el control cuando ella lamió sensualmente su cuello, y subió a su oreja mordisqueando el lóbulo.
—Mujer. —murmuró, muriendo de ganas por tocarla.
—¿Qué pasa, mi rey?
Forcejeó su agarre nuevamente.
—Déjame tocarte. —pidió como un necesitado, qué vergüenza.