Mi Primer Amor

Capítulo 15

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Jungkook dejo caer una lagrima antes de volver a tomar los labios de su amado, sus manos se posaron en la cintura del menor mientras dejaba leves caricias en ellas. Mientras que Jimin posó sus manitas en el pecho del pelinegro, y siguió con el dulce beso.

Ninguno quería hablar, ninguno quería decir una palabra, por que ambos sabían que las palabras dichas de alguna manera sobraban.

Era mejor dejar que sus besos, y sus cuerpos hablaran por ellos, mientras ellos se fundian en lo más hermoso de su amor.

Quizá ninguno estaba listo, o tal vez ninguno tenía la experiencia necesaria. Pero después de todo que importaba, ellos mismos se darían la confianza necesaria y ganarían la experiencia necesaria para hacerlo bien. Quizá a la primera sería un desastre como muchas veces sus amigos les habían contado, pero para ellos eso no importaba, no cuando tenían a la persona correcta a su lado.

La persona que estaría para toda la vida, y la persona por la que vale la pena luchar contra el mundo de ser necesario.

Jungkook estaba ido, el momento lo había consumido y se había olvidado de todo lo malo que estaba pasando. Solo se concentraba en el hombre que tenía entre sus brazos, mientras lo besaba con lentitud disfrutando el momento brindado. Empezó su caminar sin romper el delicioso beso, y con una apago la luz de la habitación, solo dejando la pequeña lámpara en forma de corazón que su iluminación era mínima como para dejar entrar lo suficientemente a la luz de la luna llena. No sabía en que momento, pero ahora el rubio tenía sus manitas rodeando y aferrándose de su cuello, mientras lo seguía besando con dulsura y entonces Jungkook no aguanto más, paso una mano por su delgada cintura y la otra por las rodillas del menor, para cargarlo cual princesa de Disney.

Camino viéndolo a los ojos, el cual era iluminado por la hermosa luna, se sentó en el pequeño sofá que había en la habitación, aun con el pequeño en brazos y volvió a tomar los labios del rubio.

No quería apresurar y tampoco quería arruinarlo, por lo que decidió ir lento, despacio como si quisiera que Jimin recordará cada toque, cada caricia, cada beso en pocas palabras que recordará todo de aquella noche. Pero que lo recordará de la manera más linda y hermosa posible, como para que si él no llegase a volver, el rubio se quedara con los recuerdos más preciosos que pudiera tener y pedir.

Sus manos tomaron su rostro y profundizó el beso, mientras que Jimin solo podía soltar diminutos gemidos mientras peinaba con su manita la cabellera negra del mayor. Su cuerpo se tenso cuando sintió las manos de Jungkook tocar su delicado piel de la cintura, mientras que levantaba su polera con intenciones de quitarla. Entonces Jimin entendió, y como había visto en las novelas, se dejo ser quedando con el torso totalmente desnudo, a su merced y con las mejillas más rojas que un tomate maduro.

__No lo hagas __habló el mayor, cuando trato de cubrirse con sus manitas__ Eres demasiado hermoso bebe, pareces un bello ángel.

Jimin sonrio apenado y levantó su mirada a la par del mayor, Jungkook le devolvió la sonrisa mostrándole sus dientesitos de conejo viéndose totalmente adorable y mostrándole toda confianza que Jimin necesitaba.

__Te amo tanto __y lo volvió a besar, no era un beso desesperado y tampoco rudo. Seguía siendo un dulce y tierno beso, pero uno cargado de deseo y mucho amor__ Quiero seguir amándote para siempre mi Dooly, quiero amarte hasta mi último suspiro.

__Te amo, te amo como a nadie Kookie __Eso era todo lo que el mayor quería escuchar, él lo sabía pero aún así le encantaba escucharlo decir.

Jungkook sonrio y dejó un casto beso en el frente del rubio, para alejar sus manos del cuerpo del menor y llevarlas hasta su propia camisa. Empezó desabotonando uno por uno, mientras los ojos curiosos de su chico lo miraban sin sacar la vista de sus manos, entonces sucedió, había terminado de quitar los botones y lo último que necesitaba era que el pequeño pelirubio se la sacará.