Capitulo 2

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Hace dos días mi madre me dió la noticia de que viajaría a España para estudiar. Ahora voy en un taxi de camino al aeropuerto, despedirme de ella ha sido muy doloroso, pero ya no hay vuelta atrás.

Estoy por comprar un jugo cuando siento que llaman a los pasajeros de mi vuelo. «Perfecto, ni siquiera puedo comprar mi adorado jugo».

Voy caminando hacia el avión, entro y me toca el asiento de la ventana. Espero hasta que se llene y anuncien que nos pongamos los cinturones. En ese preciso instante recuerdo un pequeño detalle que hasta ahora había pasado por alto: me dan pánico los aviones. Nunca he viajado en uno, pero demasiadas películas y videos de YouTube sobre sus caídas me han dejado un gran trauma.

Alguien se sienta a mi lado, pero ni siquiera puedo girar mi cabeza para ver quién es, me encuentro en estado de shock, del cual salgo cuando escucho la voz del piloto anunciando que el avión va a despegar. Empiezo a hiperventilar, tengo mis manos sudadas y temblorosas. Siento que el avión se está moviendo pero yo solo tengo una cosa en mente: salir de aquí.

Digamos que no soy la persona más sensata del mundo y si a eso le agregamos el ataque de pánico que estoy sufriendo en este momento, tenemos como resultado lo que hago a continuación...

Me desabrocho el cinturón y me levanto con la intención de echarme a correr hacia la salida, pero mi plan de escape se ve arruinado cuando al querer salir al pasillo mi compañero de asiento me toma del brazo, lo que hace que mi estado empeore y estalle en nervios.

—¿Oye qué haces? No puedes estar parada, siéntate y abróchate el cinturón —me dice el chico que me sostiene del brazo.

—¡SUELTAME! —Grito desesperada tirando de mi brazo con fuerza para que me suelte —¡NECESITO SALIR DE AQUÍ!

Captamos la atención de todos en el avión y veo que una aeromoza se aproxima a nosotros.

—¿¡Estás loca!? No puedes salir de aquí, ya el avión está en marcha —me dice el entrometido chico que ha arruinado mi magnifico plan de escape... Bien, no era magnifico, pero para mí en ese momento era una grandiosa idea, no me juzguen.

—¡NO ME IMPORTA, YO NECESITO SALIR DE AQUÍ YA! —Continúo con mis gritos hasta que llega a mi lado la aeromoza.

—Señorita tranquilícese, necesitamos que se siente y se abroche el cinturón de seguridad, estamos por levantar vuelo, podría ser... —Es interrumpida por la sacudida del avión al levantar vuelo, y claro, por mi grito también.

—AHHH... —Siento que me caigo, solo que no llego al piso sino a las piernas del chico que me sujeta y quedo sentada de lado encima de él. En cualquier otra situación hubiese sentido vergüenza de estar sentada en las piernas de un chico, pero en este momento solo hago una cosa: pegarme al chico como garrapata, y claro, seguir gritando como desquiciada.

—¡VAMOS A MORIR, VAMOS A MORIR! —Gritó abrazada al chico que se queja de que estoy gritando en su oído... ¡ups!

—Nadie va a morir, ¡tranquilízate por dios! —me dice él tratando de no perder los nervios por mi culpa, cosa que le está costando bastante.

—Señorita cálmese un poco, mire, ya el avión está en el aire, ya no hay peligro —Interviene la aeromoza señalando hacia la ventanilla.

Sin soltar al chico, saco la cabeza que tenía hundida en su cuello y miro hacia la ventanilla. Se ven las nubes y el avión está tranquilo. Decido calmarme un poco, igual ya no me puedo bajar. En estos momentos de calma es cuando empiezo a sentir vergüenza.

Quito la vista de la ventanilla y la dirijo al chico que tengo abrazado. No me había fijado hasta ahora de lo guapo que es. Tiene el pelo castaño oscuro ondulado que cubre parte de su frente, cejas gruesas, nariz fina, sus ojos son de un color ámbar muy lindo, que en conjunto con sus largas pestañas hacían que su mirada fuese intensa; tiene unos labios carnosos y un aro en el lado izquierdo del labio inferior. Respecto al cuerpo, se ve que va al gimnasio, no tiene una musculatura exagerada, pero sí se pueden apreciar sus músculos definidos. En fin, que el chico además de lindo estaba bueno, y yo acababa de hacer el ridículo delante de él «¡Trágame tierra!».

Con la mayor vergüenza del mundo y con mi cara roja como un tomate, me levanto de encima de sus piernas susurrando un "lo siento", y me siento en mi sitio. Decido que lo mejor es dormir lo más que pueda, para evitar verle y poder olvidar lo que acababa de hacer.

                       
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Al fin el avión está aterrizando, el viaje se me ha hecho eterno. Llevo mi vista al chico a mi lado y está dormido; lo despierto diciendo que hemos llegado y bajo del avión lo más rápido que puedo. No quiero volverlo a encontrar por ahí, siento mucha vergüenza por lo sucedido.

Recojo las maletas, salgo del aeropuerto y me subo a un taxi, dándole al chofer la dirección de la universidad a la que me dirijo.

Después de media hora de viaje llegamos a la entrada de las instalaciones de la universidad; se ubica en las afueras de la ciudad. Al bajar del taxi, puedo observar la inmensa estructura que tengo enfrente; toda la entrada está rodeada por altas rejas doradas. Al atravesarlas se observa un parque en forma circular bastante grande, lleno de árboles y bancas de mármol; rodeado por una calle y enfrente un gran edificio de mármol blanco, con grandes columnas al estilo griego y unas escaleras en la entrada.

Me adentro en el edificio, encuentro a una mujer rubia bastante elegante y me dirijo hacia ella.

—Buenas tardes, soy Alejandra González, me han dado una beca para estudiar aquí, mi carrera es Química.

—Bienvenida a la Universidad Tecnológica de Alcalá, aquí contamos con un amplio repertorio de carreras de ingeniería como son: mecánica, industrial, química, informática y automotriz —dice invitándome a caminar junto a ella.

—...En el campus contamos con un edificio para cada una de las especialidades, y en el caso de Ingeniería Química contamos con otro edificio anexo para las prácticas de laboratorio. Además contamos con una residencia para los estudiantes becados que cuenta con todas las comodidades. Tenemos áreas de recreación, piscina y un estadio para competencias de deporte entre facultades. También tenemos cafeterías y tiendas dispersadas por todo el campus. —Llegamos a la salida trasera del edificio, dando vista a un enorme parque parecido al de la entrada pero mucho más grande y hermoso.

Cambio de Planes©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora