Extra- Gabriel y Thalia

515 65 44
                                    

                           Día de la playa.

Narra Thalia.

Luego de dejar a Alejandra en la habitación, salimos hacia la entrada del campus, donde nos encontraremos con los chicos.

—Oye Thalia, no me has contado qué hay entre tú y Gabriel. Desde que se conocieron andan coqueteando muy descaradamente. —dice Sara a mi lado, mientras me mira con una sonrisa ladeada.

Sí, es cierto que ambos hemos coqueteado, pero es solo eso, coqueteo. Él nunca se ha propasado conmigo, ni ha intentado besarme.

—No pasa nada entre nosotros, solo somos amigos que joden entre ellos. —Me encojo de hombros.

—Mmm, no me parece que sean solo amigos, pero si tú lo dices.

—No soy su tipo de chica. —Ella me mira entornando los ojos y luego una gran sonrisa aparece en su rostro.

—¡Te gusta! —Exclama demasiado alto para mi gusto.

—¿Qué dices? ¡No! —Defiendo con el ceño fruncido.

—Sí te gusta. Esa expresión en tu rostro cuando dijiste que no eras su tipo, te delató.

—No puse ninguna expresión.

—Oh, sí lo hiciste. Te gusta, admítelo. Y te mueres por ser "su tipo". —Dice haciendo comillas con los dedos en lo último. —Amiga, mírate, eres el tipo de cualquiera, por favor.

La verdad es que me dicen que soy muy bella, pero yo me siento muy normal. Me gusta ser extrovertida y llevarme con todos, cosa que también parece ser muy atractiva para los chicos. Pero con Gabriel es muy distinto, el no me ve como una mujer, solo me ve como amiga. Eso a veces me molesta un poco, ya que mientras el resto de los chicos me coquetean y quieren mi numero, él no lo hace y tampoco dice nada para ahuyentar a esos chicos cuando está a mi lado.

No tiene que hacerlo, no son nada.

También es cierto, pero quisiera que lo hiciera.

Un claxon me saca de mi ensimismamiento, levanto la vista y veo a los chicos en un auto muy moderno. Frank va de chofer, mientras Gabriel está parado al lado de la puerta del copiloto.

—Hola guapa. —Me saluda cuando llegamos con un beso en la mejilla. Sentir sus húmedos labios en mi piel hace que me estremezca y me aparte rápidamente mientras intento disimular. —Sarita. —Salifa esta vez a mi amiga.

—¿De dónde sacaron este auto? ¿Lo robaron? —Digo en tono de burla, a lo que ambos ponen su manos en el pecho a la vez fingiendo estar ofendidos.

—¿Pero como piensas eso de nosotros? —responde Frank desde el auto. —Solo lo tomamos prestado por un rato. —Guiña un ojo hacia nosotras.

Lo sabía. Ellos son igual o peor que nosotras. Sabrá dios a quién le habrán quitado el auto. Pero como sea, hay que disfrutarlo mientras podamos.

Sara abre la puerta y se sienta en el asiento del copiloto, mientras me hace señas con las cejas de forma sugerente para que me siente junto a Gabriel en los asientos traseros. Entro de primera, y luego lo hace él. En todo el camino la pasamos hablando de estupideces, lo más normal entre nosotros. Gabriel con sus chistes y sus falsos coqueteos hacia mí. Aparcamos frente a la playa y vamos hacia la arena; está fresca y fina ya que aún es temprano para que el sol la caliente. A estas horas no hay casi nadie aquí, y todo está más calmado.

Dejamos las cosas en una en la arena y comenzamos a desvestirnos. Cuando termino, siento una mirada clavada en mi nuca. Volteo a ver quién es y mi mirada choca con la de Gabriel.

Cambio de Planes©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora