Estoy guardando mis libros para irme con los chicos a la cafetería, cuando veo que Diego se acerca.
—Hola... —Me saluda con una sonrisa que puede hacer caer a cualquier chica.
—Hola. —Le devuelvo la sonrisa.
—¿Podemos hablar?
—Ya estamos hablando. —Rueda los ojos.
—Sabes a que me refiero. —Sí, claro que lo sé, pero me da un poco de vergüenza hablar sobre eso.
—Está bien, hablemos.
—Sobre lo de ayer... —Lo interrumpo.
—Fue un error. —Su expresión se vuelve seria. «Qué mierdas dices Alejandra, si te encantó todo lo que hicieron». —... Un desliz... —«Muy bien, sí, empeóralo todo».
—Ayer no parecía un error. —Noto en su tono de voz un poco de enfado.
—No me malentiendas, fue un error porque no debí caer en la tentación de besarte, te recuerdo que aún tienes novia; pero lo que pasó entre nosotros me gustó mucho y no me arrepiento de nada. —Su sonrisa vuelve a su rostro y yo me derrito en mi lugar.
—A mí también me gustó mucho... —Se acerca más a mí, coloca una mano en mi espalda baja y me atrae hacia él. Nuestros cuerpos están completamente pegados, con solo la tela por medio, y siento un revoltijo de sensaciones en mi vientre. Debo levantar la cabeza para poder mirarlo a los ojos, esos ojos ámbar que me miran con tanta intensidad.
Acerca sus labios y apenas se rozan con los míos cuando su teléfono suena. Sin alejarse, lo saca para observar la pantalla y lo vuelve a guardar.
—Los chicos nos esperan. —Dice mientras acaricia una de mis mejillas y luego besa la punta de mi nariz, sonrío como boba ante su gesto.
Luego de almorzar, caminamos por el parque central del campus para regresar a la residencia. Diego me toma del brazo para que disminuya el paso, dejando que los chicos se adelanten un poco.
—Hey, ayer cuando saliste por la ventana, ¿Cómo lograste llegar a tu habitación? —Me pongo nerviosa, no sé qué decir y me da vergüenza contarle.
—Ehh... —Estoy por decir una pequeña mentira, pero un grupo de chicos pasa por nuestro lado, más específicamente, el grupo de chicos que me vieron en ropa interior. Al verme comienzan a chiflar y a decirme cosas como: "Miren, es mi futura novia", "Cuando quieras puedes visitarnos de nuevo". No sé dónde esconder mi rostro de la vergüenza. La cara de Diego es un poema, me mira confundido y molesto.
—¿Qué ha sido eso?
—Pues... digamos que para sobrevivir tuve que pasar por cierta habitación llena de chicos. —Digo con una risita nerviosa.
—¡¿QUÉ?!... ¿Estás loca? ¿Por qué entraste ahí?
—¿Qué querías que hiciera? Era eso o morir. —Su expresión se suaviza un poco.
—Yo te dije que no salieras por la ventana.
—Te recuerdo que tu novia me iba a atrapar... Ahora que lo pienso, ¿no hablaste con ella?
—Sí... quería hablarte sobre eso, aproveché que fue ayer a mi habitación y hablé con ella.
—¿Y bien?...
—Le dije que ya no quería seguir con la relación, y ella simplemente aceptó, no pidió explicaciones, ni protestó.
—Eso es bueno, tal vez entendió que te sentías mal. —Él niega con la cabeza.
—No sé, eso es raro, ella no es así.
—¿Qué pasa, te arrepientes? —Pregunto más seria de lo que quiero sonar.
—¡No!.. solo es raro, nada más, estoy feliz de que me haya entendido. Ya soy soltero otra vez. —Dice esto último con una sonrisa pícara en su rostro.
—Me alegro por ti. —Digo haciéndome la desentendida.
—¿Solo eso? ¿Y nosotros qué? Dijiste que solo estarías conmigo cuando estuviese libre, y aquí estoy.
—Sí, pero nunca dije que sería inmediato, debes conquistarme, por ahora seguimos siendo buenos amigos. —Le guiño un ojo.
—Vale vale. —Sonríe ampliamente. —Amigos entonces... como hasta ahora. —Muerde su labio inferior, sé que se refirió a que siendo amigos hicimos lo que hicimos ayer. Voy a responderle, cuando siento que Thalia me pasa el brazo por el hombro.
—¿Ustedes irán cierto? —Tanto Diego como yo nos miramos confundidos.
—¿De qué hablas? ¿Ir a dónde? —Pregunto.
—Al campamento que habrá este fin de semana, serán las primeras competiciones deportivas. —Habla esta vez Sara con mucha emoción.
—Ohh, no lo sabía, que divertido. —Sonrío alegremente y volteo a ver al chico de ojos ámbar.
—¿También vendrás?
—Claro, no me lo pierdo por nada, competiremos en fútbol y patearemos los traseros de nuestros oponentes, nosotros somos los mejores. —Dice con orgullo y choca las manos con los chicos, nosotras tres rodamos los ojos.
Seguimos hasta llegar a la entrada de la residencia, siento una mirada sobre mí y giro para ver si alguien me observa. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando mis ojos coinciden con los ojos celestes de Stephanie. Su mirada está fija en mí, me mira de una manera muy rara y debo admitir que me da un poco de miedo. Aparto la vista y sigo mi camino, pero no logro sacar su mirada de mi mente. ¿Será que sospecha algo?
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¡Hola a todos!, espero les haya gustado este nuevo capítulo...
¿Qué creen que pasará en el campamento? ¿Será que Stephanie sabe sobre lo qué pasó entre Diego y Alejandra?
Pueden dejar sus comentarios ☺️.... XOXO💋
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Cambio de Planes©️✔️
Teen FictionAlejandra es una chica de 18 años, terminó la preparatoria y tenía pensado ir a una universidad que estuviese cerca de su casa para estar junto a su madre, pero sus planes se ven destruidos al saber que ha sido aceptada en una gran universidad... ¿E...