OO: 𝒯𝒶𝓃𝓉𝑜 𝓉𝒾𝑒𝓂𝓅𝑜

45 13 0
                                    

"Tanto tiempo"

OO

"Am I imagining you here? right next to me?"

Yukata Yamada

C h a e y o u n g

Me desperté y sentí que mi pecho seguía doliendo. Debía llamar a mi bufete, no me sentía capaz de ir a trabajar hoy. Pasé mis manos por mi rostro y me removí entre mis sábanas rosadas. Si me cubría con la colcha podría fingir que no existo, al menos por ese momento. Me siento mal, quiero llorar, no puedo dejar de sentirme triste, y es que la sonrisa de Kunpimook se repite en mi mente y las palabras de mi madre resuenan.

"Kunpimook acaba de fallecer".

No soporto esto. ¿Es real? Es jodidamente real, lo confirmé luego de mandarles mensajes a Karla e Isabel, mis amigas desde el colegio. Ambas estaban despiertas, también habían recibido la noticia.

Kunpimook, a eso de las once de la noche, sufrió un accidente, un choque. Según las pericias, no fue su culpa, y, bueno, algo mencionaron sobre la intencionalidad del otro auto en generar daño. Pero a la una, sufrió un infarto, la reanimación fue inútil, falleció así sin más. Kunpimook se despedía de este mundo y nos dejó a todos los que lo conocíamos con el corazón roto. Tenía 25 años.

—Vamos, Chaeyoung —me hablé a mí misma—. A la ducha.

Estaba tan feliz porque me había cambiado de casa. Tres días me duró la felicidad por mi tan anhelada independencia, pero ahora mi atención está en el duelo que dejó la muerte de mi amigo.

Luego de ducharme y escoger unas prendas oscuras, como una blusa azul marino y unos pantalones negros, salí de mi casa. Iría en autobús, luego me traerían a casa, posiblemente Jisoo, quien es la única que tiene su propio auto.

Pareciera como si mi mente se desconectó del mundo, porque no fui consciente de lo que ocurría a mi alrededor hasta que escuché la voz de una mujer diciendo que, por suerte, ya estábamos llegando a Sindang, lugar donde sería el velatorio. Me puse de pie y, con cuidado de no interponerme en el camino de ningún mayor, me bajé del autobús.

Ya había llegado. Solo me quedaba caminar por las calles, pasar por los locales comerciales hasta llegar con la sala funeraria donde estaría la familia de Kunpimook. Un nudo se hizo en mi garganta a medida en que divisaba los arreglos floraes, eso ya significaba que estaba llegando a mi destino. Una vez que vi a gente vestir de negro, entrando y saliendo del recinto, mordí mi labio. No me iba a permitir a mí misma llorar antes de tiempo. La familia de Kunpimook necesitaba apoyo en este momento, y llorar, a mi parecer, no les ayudaría mucho. No lo haría hasta verlos, ni tampoco antes de que llegasen Jennie y Jisoo.

Ya cuando me iba acercando más, el ambiente a mi alrededor parecía volverse muy frío, todo avanzaba muy lento. Y no fue hasta que estuve frente a esa sala que el olor de las flores me rodeó y la foto de Kunpimook se instaló como el golpe de realidad que necesitaba: estaba, de verdad, en su velorio.

—¿Chaeyoung?

Miré hacia mi derecha y reconocí a Jennie. Llevaba su cabello oscuro atado en un tomate, tenía sus ojos delineados y sus labios estaban brillantes por el gloss que estaba usando.

—Hola —le dije antes de que se acercara a saludarme con un abrazo—. ¿Cómo estás? -pregunté estúpidamente.

—Te teñiste de nuevo —me dijo, ignorando por completo la ridícula pregunta que hice—. Te queda bien ese color cobre.

the golden cage 『❀』chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora