Shadow - Nuevas Especies

Capitulo 10

– Señor hemos traído lo que pidió – dice un soldado bien armando.

– Perfecto, Llevenla a mí laboratorio, y quiero que Elena se ocupe de esa niña – dijo con una mueca de dolor, tenía varias quebraduras y su cabeza no paraba de latir, pero se decía así mismo que tenía que terminar lo que empezo.

– Si señor !! – se fue el soldado.

Con cuidado y algo de miedo de acero al híbrido que tenían atado a la cama de hierro. Siempre vio la fuerza y admiro a aquellas bestias, su fuerza era algo que no se podría comparar a cualquier otra cosa, vio como hombres que no tenían a nadie en este mundo, morían por tan solo clavarle la anestesia o simplemente a darles de comer. Pero jamás pensó que terminaría medio muerto por enfrentarse a “eso”, y por eso le  guardo algo de respeto.

– Me servirás de algo bestia, no importa lo que tenga que hacer, pero aras que valgas cada puto millón – le dijo a Shadow sedado.

Las cámaras que tenían adentro de su “celda” grabaron cada momento de la pelea. Luego de que Anastasia puso su vida en peligro por protejerlo, Shadow mato todo lo que veía, el gruñido que dio podía hacer temblar todo, y por primera vez en su vida sintió como algo bajaba por su mejilla, eran lágrimas, lágrimas de aver perdido a su compañera, a su pequeña humana, había perdido a la única persona en el mundo que le había mostrado que él podía ser amando, que no todas las personas eran malas.

Había perdido a su compañera, la pequeña humana que hizo que sintiera algo. Shadow nunca supo cómo expresarse y por eso lo hacía atrás del sexo, ya que eso la complacía. Pero no pudo expresar el dolor que sentía al pesar que la habían matado por su culpa, así que vio rojo y mato todo aquel hombre que veía, no quería que se llevarán el cuerpo de su amada.

Pero sin querer se descuido y alguien le había tirado tranquilizantes, y callo al piso como si fuera de goma.

Shadow podía sentir como los humanos con ropa blanca hablaban y hablaban a su alrededor pero él no quería abrir sus ojos, su cuerpo se sentía como aquellas veces que por durante días y días lo tenían para experimentar.

Con cuidado los fue abriendo hasta que pudo ver aquella luz en su rostro que siempre le molestaba, Escucho exclamaciónes y pudo oler el miedo puro de los humanos, y eso lo hacía sentir bien.

Pero sintió un dolor que le fue conocido en su pecho, no era por las heridas; si no que ese era el dolor que sentía cuando lo alejaban de su pequeña hembra.

Con terror abrió sus ojos y con fuerza tiro de las cadenas para salir y ir a buscar a su hembra.

– ¡ TRAIGANLA ! – les gritó y gruñó a aquellos humanos, que no hacían nada y simplemente miraban con miedo al híbrido. Ambos se miraron sin entender y alejarse, ya que su tarea era administrar más droga que lo mantenga dormido, pero como ellos vieron no dio resultado – ¡ LA QUIERO ! ¡ QUIERO A MÍ HEMBRA ! – todo lo que Shadow sentía era mezclas de sensaciónes.

Furia, por aquellos hombres que se atrevieron a tomar lo era suyo.

Miedo, quería romper esas cadenas y ir a buscar a su hembra, no quería que nada le pasará por su culpa.

Vergüenza, sentía vergüenza al recordar que no pudo protejer a su compañera.

Era un mal compañero, no merecía a su pequeña hembra, no merecía que sus pequeñas manos, pero suaves, lo curaran. Comprendía si su hembra lo dejara al no ser un buen macho para ella, pero al final solo la quería a ella entre sus brazos.

– ¡ QUIERO A MÍ HEMBRA ! –

Lincoln entro con 5 guardias, y vio a los ojos a Shadow o para él, A– 05, le dio una sonrisa cínica mientras que el macho le gruñía y mostraba sus colmillos. Pero al maldito no se le movió ni un pelo.