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Desperté a eso de las seis de la mañana, mi panorama solo enfocaba a Mateo con una bandeja, al parecer era el desayuno. Tan temprano, o sea que putas weón.

–Te traje esto.- Dice con una sonrisa enorme.

Este chico no puede ser más bipolar.

–Muchas gracias bebé.– Agradecí tomando la bandeja y viendo el desayuno tan espectacular que me había hecho, es un sol.

–Oye, te quería hablar referente a lo que pasó ayer, mientras estaba en el sofá pude pensar muchas cosas y te quería pedir disculpas por suponer y no escucharte como debía.

–No pasa nada, supongo que yo te tuve que haber dado explicaciones más específicas.– Dije mientras mordía el sándwich.– Además, quiero que sepas que ni Kmi ni nadie se interpondrá entre nosotros Mateo, quiero que sepas que eres el amor de y para mí vida.

Mateo se veía tan feliz, me abrazó tan fuerte que casi escupo el chocolate que tenía en la boca.

–Por cierto, ¿cuándo volvemos a Argentina?.– pregunté quitándome la camisa para ir a bañarme.

–N-No lo sé, quizás en dos días, ¿Te parece?.– dice un poco tenso

–Vale, me parece bien, ey...–Hice una pausa, me tapé el pecho provocando que él me mire.– Mis ojos están acá arriba.

Mateo se sonrojó y se tapó la cara, me parecía tan tierno cuando le daba pena.

–Tu madre no está en casa, eso significa que tenemos casa sola.– Acota Mateo mientras se levanta y me agarra de la cadera.

Dios Mateo, ¿te das cuenta que estoy en ropa interior?, Por lo que más quieras no me provoques más.

–No entiendo por qué sos tan jodidamente perfecta.– dice mientras me da severa nalgada haciendo que el sonido retumbe en toda la habitación y yo lance un jadeo.– ¿Que acabo de escuchar?, Hay Vanessa te lo buscaste..

Mateo me gira haciendo que quedemos frente a frente, me levanta haciendo que yo enrrosque mis piernas alrededor de su cintura sintiendo toda su erección en mi entre pierna.

Caímos en una tentación inigualable y nos besamos tan apasionada y desesperadamente que nos alejamos solo para poder respirar.

Mateo me tira hacia la cama y saca unas esposas del cajón, yo inmediatamente me acuerdo de la escena de la estación de policía y entro en pánico, me levanto rápidamente de la cama con una mirada de temor. Mateo se asusta y se levanta a mi lado agarrándome de la mano y preguntándome qué me pasaba.

–Y-y-yo estoy bien, estoy bien, solo tuve un mal recuerdo, lo siento.– Dije soltando unas cuantas lágrimas, Mateo me abraza y me pude disculpas.– Me voy a bañar ¿Vale?.

Mateo asiente y dice: Cuando salgas vamos a dar una vuelta.

Yo acepto y me dirijo al baño.

Mientras me estaba duchando, cerré mis ojos y mis pensamientos se tornaban eróticos y sexuales, pero no con Mateo sino con Kmi. Escenas bastante explícitas, lograron que me calentara y sin pensarlo solté un gemido bajo y me vine...

Me vine pensando en Kmi.










Pero por deossss, tenía esta novela re olvidada, no se preocupen que ya volví jajdhaha

Maratón
5/5

Eres un tarado/ Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora