Eres un tarado/ Mateo Palacios

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Mateo

7:30pm

No sabía si fue buena idea decirle a Vanessa que me gustaba, era verdad pero creo que no fue el momento o al menos no el mejor.
Los chicos no me hablan, Vane está molesta y lo más probable es que me saquen del elenco, buena ahí Palacios.

Me dirigí a la cocina con pasos pesados, estaba realmente devastado.

Ey hijo cambia esa cara–dice Pedro desde el sofá.–¿te pasa algo?.

¿Sinceramente? No lo sé papá, no lo sé.–dije con voz rota.

Dale podés confiar en mí.

No es eso...–mi voz se estaba empezando a quebrar.–si no que, realmente yo, quiero decir, emmm, ahggg déjalo así no es nada serio.

Dale hijo, vení sentate conmigo–dice mientras da toques en el sofá para que yo valla a él.

Me dirigí al sofá un poco tímido y nervioso a lo que pasara.

Está bien sucede que golpeé a Manuel por celos. Y no resulto nada bien, pero debí confiar al fin y al cabo es mi mejor amigo... O eso espero.–digo con la mirada al suelo.

Mira si hiciste eso por Vanessa déjame decirte que estás enganchado fuerte.–pronuncia acompañado de una risita pero se borró al verme mal.–hijo que se yo, si la embarraste feo, solo te queda hablar con él.

¿Y si no me escucha?, No solo es él todos me odian.

No creo que te odien por eso, pero recuerda que rectificar es de valientes.

Gracias pa.–digo sintiendome un poco mejor, pero no era lo suficiente como para perdonarme.

Estuve un buen rato pensando en cómo arreglar esta situación pero no surgió ni una sola puta idea.

Me tiré a mi cama y revise un poco mi Instagram, me estaba quedando un poco dormido pero reaccione cuando el teléfono me cayó en toda la cara, específicamente en la nariz.

La puta madre–dije mientras sobaba mi nariz.

Me siento en el borde de mi cama y mi celular cae. La concha de la lora soy un idiota.

Cuando fui a recogerlo pude notar la manilla que tenía junto con Vanessa e inmediatamente se vino a mi cabeza la vez que las compramos.

–Wacho fíjate un toque.–

–Eres un tarado.

Y ella tenía razón con sus palabras y lo admito. Eres un tarado Mateo Palacios, no hay dudas de eso.

Salí al balcón y miraba al cielo mientras me echaba un buen porro, me servía para relajarme, cuando de repente pasa una estrella fugaz y mis recuerdos junto a ella vuelven.

–¡Mira! Una estrella fugaz, pide un deseo

–Ya.

–Y... ¿Que pediste?.

–Si te lo digo, no se cumplirá

No puedo creer que en serio me este pasando esto, justo ahora cuando estoy en el peor momento de mi vida, necesito encontrarme.

Fijé mi vista hacia abajo y pude ver a Emma con Valentín. No, esto no puede ser verdad, jaja quien lo diria.
Valentín compartiendo un algodón de azúcar con una de sus fans, se veían muy felices y no lo digo solo porque se estaban partiendo el culo de la risa sino porque se notaba en su mirada.

Ojalá eso pasara entre mi y Vanessa– dije entre suspiros y apagando el porro.

¿Que pasara que?.– dice la voz de un pequeño.

¡AYY LA PUTA MADRE!, Emi me asustaste.– dije mientras veía a mi hermanito sentado en mi cama.– nada tú aún no lo entiendes.

Está bien, adiós Mateo.

Chau...–murmuro mientras veo a Emi salir de mi habitación.

Por qué es tal difícil ser yo mismo. Ese es el problema no se cómo soy realmente.

Solo quisiera haberle dicho a Vanessa que mi deseo fue que estuviéramos juntos.

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Buenassssss, volví jaja.
Ok firme con la novela.
Apoyen que se viene lo juerteeee

Maratón 2/3