31

119 4 2
                                    


Una vez aterrizado en Argentina, nos fuimos para mí apartamento puesto que nuestra relación con Pedro era un tanto complicada todavía.

Mateo me estaba convenciendo de irme a vivir con él pero yo por otro lado y aprovechando lo de la situación con mi suegro hablo.

-No creo que ir en estos momentos allá sea adecuado.

-Buah, sí, pero es re innecesario que vivas acá, o sea me refiero a pagar, teniendo casa propia, mi casa, nuestra casa.—Acota Palacios.

-Pues si pero entiende mi punto, lo recién pasado con tu "hermanastra" fue grave.

-Te he dicho que no me vincules con esa aparecida.— protesta Mateo con mirada asesina y yo solo me dispongo a reír un poco.

...

Mateo

Una vez que Vanessa se durmió en mis piernas, aprovecho para sacar la segunda carta que había guardado en mi bolsillo, al abrirla pude notar que era destinada para KMI, no puedo evitar una mirada asombrada y confundida plasmada en mi rostro y justo cuando estaba por leer su escrito, que a reojo noté que era un poco más extensa que la mía.

Pero en esas mi teléfono pica y empieza a sonar una llamada entrante.

*Llamada entrante Kmion*

El ruido del tono hizo eco en toda la habitación provocando que Vane se queje del ruido y se levante para posteriormente sonreírme y sobarse los ojos para lograr despertarse, me pregunta qué horas son lo cual yo le respondo que las siete y media.

Procedo a contestar la llamada.

-Eu, ¿dónde estás boludo?.—pregunta la voz, atrás del teléfono.

-Que onda turro, yo estoy acá en Argentina ya.

-¿En casa de Vanessa?.—Pregunta con un tono diferente, como si una sonrisa se formase en sus labios, pero yo le resté importancia.

-Si, acá mismo...—Después de esa pausa entre mis palabras me atrevo a preguntar.- ¿Por qué?.

-Nada, porque supuse que allá estarías, digo, pasé por tu casa y no estabas.

Sonrío al entender la situación y descartar cualquier relación que él pueda tener con mi chica, digo, una carta con el nombre de mi mejor amigo no es como muy casual que digamos. Pero no me puedo confiar, bueee, pero tampoco puedo actuar por impulso no quiero que suceda lo mismo que con Replik.

Hice un gesto triste al recordar lo de Manu, y sin pensarlo estuve ignorando todo este tiempo a Kmi, sin entender nada de lo que me decía asiento, después caí en cuenta que estaba en llamada y solo le digo un "Si wacho". Después cuelgo y miro a Vane que estaba arreglándose un poco el cabello.

-¿Quien era?

-Ah eso, solo era Kmi.— respondo haciendo que la expresión de Vane se torne un poco avergonzada y sus mejillas ardan en un color rojo.— ¿está todo bien?.

-Si amor, si, todo bien, si si si.

Puedo notar los nervios en su voz y eso me alarma, acá está pasando algo que me está ocultando, decido hablar pero no pensé muy bien.

-¿Me podrías explicar que es esto?.— digo sacando la carta doblada.

-Dime, ¿la leíste?.— pregunta Vane con una cara angustiada y eso solo me hacía dudar más de ella, no quería pero no me daba más opción.

-Estaba por hacerlo, pero quiero confiar en vos y que me digas de que se trata todo esto.

-Ok...—dice cambiando levemente su tono.- No es nada interesante, solo era algo tipo agradecimiento por lo del concierto y por cuidarme en mi desmayo, nada relevante, ya sabes.

Asiento, quiero confiar en ella y le doy la oportunidad, ella me ha demostrado su amor, no creo que me falle, no a estas alturas del partido.



Iluso....

Vanessa

-Si era solo eso, pero como no es nada importante, ¿me la podrías devolver?

-Nah, la quiero leer

-Creeme es muy vergonzosa y me daría pena que la leas.

- ¿Es en serio lo que dices?, Vamos te he oído gemir, después de eso que podría ser penoso para tí.— dice Mateo provocando un sentimiento hormonal y embarazoso al mismo tiempo.

Yo solo niego con la cabeza.

-Creeme que es irrelevante, confía en mí Palacios.

Dale, pásamela estúpido, no puedes enterarte de eso mira que no quiero mentir pero no soy capaz de enfrentarme a esto, que ridícula fui al querer guiarme por esa película donde escribían cartas a sus enamorados, digo, no es que Kmi me guste, solo que de eso es la peli. Por el amor de Dios soy tan patética. Solo rezo a lo que sea que me escuche que Mateo no lea ni por el putas ese papel.

Y es ahí cuando se me ocurrió robarle la carta en un momento oportuno, cuando en unos pocos segundos de mis pensamientos, escucho como tocan el timbre y Mateo abre la puerta, dejandome ver a un Kmi tras la puerta, con una camisa negra, jeans oscuros, unas Nike y su cabello desordenado y mojado, como si estuviese recién bañado, se veía tan bien.

-¿Estan listos?.

Listos para qué diablos, Mateo voltea a verme y ambos quedamos confundidos, y Kmi vuelve a hablar.

-Vamos Palacios, me confirmaste sus asistencias con un "Si wacho", asi que nada, vine por ustedes, caminen, que la noche es larga.













💎💎💎
Uno cortito si o qué
Maldita Vanessa

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 10, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Eres un tarado/ Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora