Había pasado mucho tiempo desde que salimos de casa, fuimos a un parque, comimos helado y compramos unos repuestos para el celu de Mateo. Después de esto, seguimos caminando. Caminé como nunca.
-Te quiero.- dice Mateo deteniendo el paso.
-Yo también te quiero.- dije inclinando levemente mi cabeza.
-La estrella cumplió mi deseo.- dice Mateo mirándome y sonriendo.
¿¡Por qué era tan dulce!? Lo adoro.
-Al parecer conmigo no lo hizo.- dije riendo y él también lo hizo.
Seguimos caminando hasta encontrar una feria que se veía muy colorida, muy divertida y bien invertida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-No puede ser, ¡que bonito!.- dije al ver las atracciones.
-Vamos, vamos.- dice Mateo alegremente.
Ahí estábamos los dos riendo a carcajadas mientras hacíamos competencia de quién tiraba el dardo más alto.
La noche se nos pasó entre juegos, risas y besos.
Por un momento me olvidé que Mateo es una figura pública y no tendríamos tanta privacidad cuando estuviéramos fuera.
-Hola Matu. Soy re fan de vos, me encantás, te amo resto. ¿Es posible que nos hiciéramos una foto?.- dice una pelada acercándose hacia donde estábamos, Mateo le dice que sí, que no había problema. Después de la foto, la chica besa a Mateo, ¡ENFRENTE MIO!.
-Wacha no confundás las cosas.- dice Mateo separándose de ella.
-¡Que te pasa imbécil!.- dije brava por lo que había pasado.
-Beba, relájate posta, solo es un beso.- dice la chica ignorante.
-Respetá la relación de nosotros dos, cómo vas a venir a besarlo como si nada, acosadora.- le grité y ella se apenó.
-Amor cálmate por favor.- dice Mateo agarrándome de los hombros por atrás.-Vení vamos a otra atracción.
Caminamos hasta alejarnos de la feria un poco.
-¿Que te pasa?.- me dice Matu.
-¿Todas nuestras citas serán así?.- solté, y Mateo solo se quedó en silencio.- Tu fama de alguna forma daña nuestra relación.
-La fama no tiene nada que ver, son las fans que no son prudentes.
-Te besó Palacios.- dije en forma de reclamo.
-Yo no sabía lo que iba a hacer, fue ella no yo, que culpa tengo.- dice indignado.
Nos quedamos en silencio unos segundos.
-Eu, amor no volvamos a pelear ¿si?, Perdóname.- dice Mateo de forma flexible.
Yo estaba con la mirada al piso, al escuchar sus disculpas levanté mi vista y lo miré con los ojos llorosos.
