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-Amor levántate.- dice Mateo despertándome.

Me senté medio dormida en la cama, Mateo miraba su Instagram súper preocupado, luego se metía a WhatsApp o a Google.

-Rest In Peace Leo Ponce.-dice Mateo mirando al techo.

-¿Que estás diciendo?.- dije entre risas.

Mateo me miró serio, me contó sobre quién era Leo, yo me lamenté.

-Lo siento.- fue lo único que dije.

-No, no pasa nada, pienso en meter esa frase en alguna canción. Pero aún no se en cuál.- dice Mateo mirándome.

-Pero ahora vuelo, que me busque que estoy arriba en el cielo.- dije cantando.

-Ella llorando y yo quemando caramelos.- continúa Mateo y los dos nos reímos.

-Conocí otra fulana... Parce mami colombiana.- susurra.

Yo me puse roja y el se rió.

-Amor, ahora en serio bajemos a desayunar.- menciona Mateo y yo me levanto para bajar.

Bajamos las gradas y saludé a los que se encontraban allí, saludé a todos menos a Diana.

Zaray minutos después dijo que saldría a hacer las compras.

Pedro se fue a su habitación haciendo que quedemos nosotros tres, Diana Mateo y yo.

-Ten bebé, sentate dónde queras, ya voy yo.- dice Teo pasandome un plato y una taza de café.

-¡Ay!, Se me calló la cuchara.- grita Diana agachandose en frente de Mateo levantando todo el culo.

Mateo pone cara incómoda y da unos pasos hacia atrás, y desvía la mirada para no verla.

Cuando se levantó me miró sonriendo y se giró a ver a Mateo.

-Disculpame Mateito, no te ví.- dice el aborto fallido.

-Tené cuidado, yo no me voy a creer tú cuentico barato de que fue un accidente.- dice Mateo ya al borde del enojo.- Ahora, dejá de estorbar el paso y déjame ir dónde mi novia.

En serio que amo mil a ese chaparro.

Mateo se sentó a mi lado, comimos y a la vez jugábamos en la play.

Cómo a la media hora después a Mateo le entró una llamada lo cual tuvo que atenderla e irse a un lugar con menos ruido, él se fue a la parte superior de las escaleras casi llegando a su cuarto.

-Hola chiquita.- dice Diana sentandose a mi lado y empezó a acariciar una cadena, sus dedos tapaban el dije, no pude distinguirlo bien.

-¿Quieres ver? Es muy bonito.- dice Diana de forma amable y dejándome ver el dije.

Cuando ví la cadena que había comprado Mateo puesta en ella sentí un nudo en la garganta, tragué en seco y pregunté

-¿De dónde la sacaste?.

-Ohhh, Matu me la dió, supongo que es porque me quiere más a mí que a tí por lo visto, osea tú solo tienes una cadena con un dije de camara en cambio yo tengo un corazón y Mateo se quedó con la ficha es obvio que soy su complemento, adem...

-¿Que está pasando?.- dice Mateo llegando a donde estábamos nosotras.

Yo me dediqué a mirar a Mateo y él me miraba sin expresión.

-¿Cierto que sí Mateo?.- preguntó Diana.

-No sé, supongo que sí.- dice Mateo rápido.

El corazón se me detuvo por un momento, mis ojos se aguaron.
Mateo se empezó a preocupar.

Diana se levanta y se va a su cuarto, bueno en realidad al de Emi.

-Eh, ¿que te sucede?.- pregunta Mateo agarrándome de los hombros y yo lo empujé.

-¿En serio le diste mi cadenita?.- pregunté ya rotisima.

-¿Que? Cómo se te ocurre, fue ella la que me lo quitó en el auto mientras dormías.- explicó.- Pará yo hablo con ella.

-No, esto lo arreglo yo.- dije secandome las lágrimas y parándome del sofá.- ¡DIANA HIJA DE PUTA! COMO TE COJA TE MATO PIROBA.

-Ey, cálmate.- dice Mateo abrazándome duro para no dejarme ir dónde ella estaba.

-¡QUE CALMATE NI QUE HIJUEPUTAS, SOLTAME MATEO O TAMBIEN LLEVÁS!.- dije ya súper rabona, estaba ardiendo en llamas, casi me como a Mateo y no en el sentido literal ni sexual.

Me solté de Mateo y me fui embombada al cuarto de Emi. Entre al cuarto y ví severo altar a Mateo, tenía fotos, póster, rimas escritas y un cojín con la cara de él. Y eso me dió más rabia.

-¡¿QUE MIERDA TE PASA CON MI NOVIO?!.- grité como nunca y la agarré de las mechas.

La arrastré hasta sacarla del cuarto, me senté encima de su abdomen y la empecé a golpear en la cara. Mateo se acercó corriendo y me levantó y yo empecé a dar patadas al aire.

-¡Hija de puta! Esto también va por lo de Diego.- dije finalizando y le dí un golpe a la pared.

-¿Que carajos está pasando?.- pregunta Pedro saliendo de su cuarto, al parecer estaba durmiendo.- Ay por dios, Vanessa que hiciste.

Mateo me da un vaso con agua, me lo bebo y me siento mas tranquila.

-Amor le rompiste la nariz y la boca, ¿hasta donde pensabas llegar?.- me pregunta Mateo asombrado.

-Hasta matarla.- solté mirando a Mateo, cuando ví su expresión de desconocimiento hacia mí caí en cuenta de que había hecho.

-No te quiero volver a ver acá, entendés Quintero, ahora lárgate de mi puta casa.- dice Pedro y yo me asusté, ¿ahora pierdo mi amistad con Pedro?.

-Si ella se va yo me voy con ella.- dijo Mateo encarando a Pedro.

Me encanta, me encanta, me encanta.

-¿En serio dejaras la casa por irte con esa?- dice Diana poniéndose al lado de mi suegro.

-Vos cállate y limpiate la jeta que tenés sangre.- dice Mateo y yo me largué a reír.

-No le hablés así.- habló Pedro.

-¿Ahora la defendes? Bua increíble tu moral viejo.- dice Mateo negando con la cabeza.

Él alistó un bolso con ropa como para una semana; Mateo le tiró su cadenita a la cara.

-Quedatela, no quiero tener nada que te involucre a vos.- dice Matu sacándole en dedo del medio a Diana y azotando la puerta.



















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Jejeje a tomar por culo Diana
Taba escuchando Azul y oro.
A nadie le importa pero me gusta contarles mis cosas ajajajja




Eres un tarado/ Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora