Capítulo 9

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Izuku fue directo a la sala de profesores a pedir el permiso, y una vez obtenido fue a la tienda más cercana, que se encontraba a 15 minutos de la academia. Una vez que salió del lugar, con más de 20 bolsas en manos, fue directo a la UA.

Izuku: Debí de pedir que alguien viniera conmigo – dijo con un suspiro de derrota –.

En eso siente un aura de malicia, y justo al voltear a la derecha vio a dos personas, la primera era un hombre alto, tenía cubre bocas, lentes, un sombrero negro que cubría gran parte de su pelo blanco, con un saco muy tosco de color negro. La segunda persona era una chica de pequeña estatura, su pelo rojo amarrado en dos trenzas, también con cubre bocas y un sombrero rosado muy grande y de la misma manera tenía un abrigo rosado que solo dejaba ver sus zapatos.

Señor: Deberías de poner más atención, si no fuera hubieras interrumpido un Golden Tips Imperial, tengo cosas que hacer, me retiro. Vamos la bra... la querida.

Izuku: Un Golden Tips Imperial, una taza de té muy cara – dijo fijándose en el edificio de donde salía el hombre – Vaya... es una cafetería, no sabía eso y viendo el lugar no es muy popular – dijo con algo de seriedad –.

Señor: ¿Sabes que es el Golden Tips Imperial? – preguntó mientras se acercaba de manera extraña hacia Izuku –.

Izuku: Si, una de mis mejores amigas me ofreció un día ese té, mientras veíamos una película – dijo mientras que su cabello tapaba su ojo derecho – Mmmmm, se ve emocionado, pero... espera, acaba de cambiar de emoción, es miedo, pero un miedo extraño... – pensó mientras recordaba cuando Chisaki se frustraba – es algo parecido a eso, ¿Qué está tramando este tipo? – pensó viendo algo dudoso al sujeto –.

Señor: Espera, una amiga con la facilidad de conseguir ese tipo de té, va en dirección a la UA, muchos aperitivos... ¡este chico es un estudiante de la UA! – pensó mientras empezaba a sudar y a sentirse acorralado – Ejem, muy bien, ya nos vamos, me dio gusto hablar un poco contigo – dijo mientras empezaba a caminar –.

Ambos sujetos empezaron a caminar e Izuku retomó su camino, solo que, los 3 iban a la misma dirección.

Izuku: Ahora sí que es sospechoso, prendas que tapan mucho la apariencia, su intento de corrección cuando llamo a la chica... ¿niña? ¿mujer? Creo que mujer, maldición, Raiden me pegó algo de sus hábitos pervertidos... – pensó pues se había fijado en un par de melones que tenía la niña ahora ya reconocida como mujer – sin mencionar que sus emociones ahora están entre el miedo que es el que más abunda y una pequeña pisca de ira, o podemos llamarla frustración, algo anda mal – pensó mientras apretaba más sus puños –.

Señor: Maldición, necesitamos perderlo de manera que no se vea sospechosa, e ir al parque, con estas vestimentas claramente nos veríamos más sospechosos en un parque – pensó mientras sudaba a mares – La querida, ya estamos cerca, sígueme – dijo doblando la esquina –.

La querida: Si, gen... cariño – dijo algo nerviosa –.

Izuku solamente vio de reojo como doblaban la esquina y cuando nadie lograba verlo, apresuró el paso llegando en tiempo record a los árboles que rodeaban la UA.

Habían pasado unos 10 minutos e Izuku estaba escondido entre las ramas de un árbol con su ojo activado esperando a ver si sus sospechas eran ciertas, y unos momentos después logró ver a dos personas que iban corriendo hacia la UA, en un camino donde nadie los vería.

Izuku: Bingo – pensó mientras saltaba de árbol en árbol hacia donde estaban los sujetos –.

Señor: La Brava, ¿Cómo vas con el hackeo? – preguntó mientras se untaba algo de tierra en el cuerpo –.

El Héroe de la HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora